La unidad II de la central nuclear de Ascó (Tarragona, España), se ha desconectado de la red eléctrica para iniciar los trabajos de la 21ª recarga de combustible, que dará paso a un nuevo ciclo de operación de 18 meses.
Además de la sustitución de 64 de los 157 elementos combustibles, durante la parada se realizarán trabajos para mejorar la seguridad y la eficiencia de la central, que incluyen la instalación del control digital de calentadores y la sustitución de los recalentadores separadores de humedad (MSRs).
Además, se realizará el cambio del actual sistema informático que gestiona la operación de la central SAMO (Sistema de Apoyo Mecanizado a la Operación), por su nueva versión OVATION, que proporcionará mejoras en el proceso de gestión de la información que genera la operación de la planta.
Según la Asociación Nuclear Ascó-Vandellós, “a lo largo de esta parada está previsto ejecutar más de 10.400 órdenes de trabajo, de las cuales un 76% corresponden a tareas de mantenimiento preventivo e inspecciones, un 4% a trabajos correctivos, un 5% a trabajos auxiliares y el 15% restante a modificaciones de diseño de la central”.
Para poder hacer frente a estas tareas en el tiempo planificado, la planta incorpora aproximadamente a 1.000 profesionales adicionales, con lo que duplica la plantilla que habitualmente opera la central.