Cuba y el OIEA trabajan en una estrategia para la gestión de desechos radiactivos

Con el apoyo del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), expertos cubanos asistieron a un taller para comenzar a definir una estrategia para la disposición final de los desechos radiactivos y fuentes en desuso generados en las aplicaciones nucleares del país.

El taller –que se realizó en la sede de la Agencia de Energía Nuclear y Tecnologías de Avanzada de Cuba (AENTA)– es una de las actividades del proyecto regional RLA9078: “Fortalecimiento del marco regulatorio nacional y de las capacidades tecnológicas para la gestión de los desechos radiactivos”.

Durante el encuentro participaron especialistas del OIEA quienes brindaron sus recomendaciones sobre las opciones para la disposición final de los desechos radiactivos y fuentes en desuso en Cuba, teniendo en cuenta los inventarios existentes y las características del país.

En Cuba se emplean fuentes de radiaciones ionizantes en la industria, la medicina y la investigación. De estas aplicaciones se generan desechos radiactivos y fuentes en desuso que requieren ser gestionados de manera segura y eficiente.

La gestión de estos desechos se realiza de manera centralizada por el Centro de Protección e Higiene de las Radiaciones (CPHR), y comprende la recogida en donde se generan y su transporte hacia las instalaciones de gestión, donde son caracterizados, acondicionados y almacenados de manera segura.

Sin embargo, el almacenamiento de los desechos radiactivos y fuentes en desuso es una etapa temporal, ya que la gestión completa incluye su disposición final. Existen diferentes tipos de instalaciones de disposición final, que se emplean dependiendo de las características de los desechos: instalaciones superficiales o cercanas a la superficie para desechos de baja y media actividad e instalaciones geológicas profundas para desechos de alta actividad.

En los últimos años el OIEA ha trabajado en el desarrollo de un nuevo tipo de instalación, los pozos barrenados, para la disposición final de las fuentes radiactivas en desuso. Esta opción se está promoviendo en los países donde no existe un desarrollo nuclear, como es el caso de Cuba.