El Instituto Sabato premió a alumnos por desarrollar ladrillos “ecológicos”

Un grupo de alumnos de la Escuela Técnica N° 34 Ingeniero Enrique Martín Hermitte, de Chacarita, ganó el primer premio de un concurso que organizó el Instituto Sabato (dependiente de la Comisión Nacional de Energía Atómica y la Universidad de San Martín) por su proyecto de ladrillos realizados con envases de botellas de plástico, arena y cemento.

El proyecto premiado tenía dos metas: Por un lado, un fin ambiental, al darle un nuevo uso a las botellas de plástico, y un objetivo social, destinado a ofrecer una alternativa económica y confiable a quienes desean construir su casa y tienen pocos medios.

Este novedoso ladrillo “ecológico” supera en varios aspectos a los tradicionales, según las pruebas que le realizaron en el Instituto Sábato. Por empezar, posee una resistencia cercana a los 7.000 kilos por centímetro cuadrado, mientras el común resistió apenas 2.000 kilos.

Además, los exámenes sonoros e hidráulicos revelaron que los ladrillos no dejan pasar los ruidos y absorben muy poca agua. En la prueba de resistencia al fuego, demostró que no se prende fuego, no produce humo y es totalmente aislante. El ladrillo común, en cambio, se puso al rojo vivo.

Otras de las ventajas es el costo, hasta 4 veces menor que el ladrillo común, ya que con un metro de arena y una bolsa de cemento, más las tiras de las botellas, se pueden tener 1.000 unidades. El objetivo es que lo puedan hacer personas de bajos recursos, utilizando como molde un cajón de madera sencillo en donde se vuelca la mezcla y se fragua al sol.

El ladrillo ganó el primer puesto en un concurso del Instituto Sábato en el que compitieron 300 escuelas. Con las botellas sobrantes, los estudiantes y docentes de la Escuela N° 34 crearon un calefón solar a base de plástico reciclable.