En el marco del Plan Energético Nacional, impulsado por el Ministerio de Planificación Federal, se prevé un 2015 de grandes obras en materia energética. Se trata de proyectos que demandarán una inversión de 22.000 millones de dólares y permitirán incorporar más de 4.000 megavatios de potencia al Sistema Argentino de Interconexión (SADI).
Uno de los grandes proyectos que se está llevando a cabo es la construcción del Gasoducto del Noreste Argentino (GNEA). Consiste en tres etapas y contará con 4.144 kilómetros de gasoductos troncales y de aproximación, 8 plantas compresoras y 165 plantas reguladoras, abasteciendo a 168 localidades del Noreste Argentino a partir de una inversión de 25.000 millones de pesos. A su vez, se construirán 15.000 kilómetros de redes domiciliarias, abasteciendo a aquellas viviendas que se encontraban en una situación precaria y privadas de este servicio.
A partir de la provisión de un insumo tan importante y estratégico como el gas, esta obra cambiará por completo la matriz productiva de la zona. Con este proyecto en ejecución, que se sumará a la obra de interconexión eléctrica en alta tensión del Noreste con el Noroeste argentino que ya se finalizó, se completa el desarrollo de la infraestructura esencial para la industrialización definitiva de esta región.
Por otro lado, se iniciará la construcción del gasoducto en la región del nordeste argentino por las provincias de Chaco, Corrientes, Formosa, Misiones y la zona norte de la provincia de Santa Fe, región postergada durante la década del 90. Esta obra implicará la movilización de diversos factores económicos y un gran impacto en la economía regional.
Otro de los hitos fundamentales que contempla el Plan Nacional, es la construcción de las represas de Santa Cruz, Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, que aportarán 1.740 megavatios de potencia a partir de una inversión de 4.714 millones de dólares, financiados por los chinos. La obra, que se estima tendrá un plazo de concreción de cinco años y medio, generará 7.000 puestos de trabajo.
Este año también se avanzará con la construcción del Aprovechamiento Multipropósito Chihuido I. La represa hidroeléctrica, que estará emplazada en el tramo medio del Río Neuquén, aportará 637 megavatios de potencia, abasteciendo el consumo de aproximadamente 600 mil hogares. Además de regular el curso del agua para el control de crecidas, asegurará la provisión de la misma para el consumo humano, el riego e inclusive para su uso industrial. Se estima que este proyecto permitirá el ahorro de 420 mil metros cúbicos anuales de gasoil, equivalentes a 350 millones de dólares.
Otra obra que tendrá lugar durante 2015 será la construcción de la Cuarta Central Nuclear. A partir de distintos acuerdos firmados durante la gira presidencial por China, el proyecto se pondrá en marcha mediante una inversión de 5.800 millones de dólares y tendrá una potencia de 700 megavatios, utilizando un 70% de componentes nacionales para su realización. La central utilizará un reactor de tipo Candu de uranio natural y agua pesada, y se construirá en el Complejo Nuclear Atucha, en Lima, Provincia de Buenos Aires.
Adicionalmente, se firmó un acuerdo para evaluar la posible construcción de una Quinta Central Nuclear. Si una vez analizado el proyecto éste satisface las necesidades argentinas, podría aprobarse definitivamente antes de fin de año. Esta nueva unidad aportaría 1.000 megavatios y conllevaría una inversión de 7.000 millones de dólares.
Otras metas que se proyectan para los próximos años tienen que ver con la terminación del Primer Reactor de Baja Potencia CAREM, de 25 megavatios, cuya tecnología es 100% argentina, la extensión de la vida útil de la Central Nuclear Embalse de 650 megavatios por un periodo de 30 años más y la recuperación de la Planta de Enriquecimiento de uranio en Pilcaniyeu (Río Negro).
