Entrevista a Gabriela Aurelio, responsable del área de Vinculación del Proyecto LAHN – Parte II

¿Cuántos profesionales están abocados a esta tarea y de qué especialidades son?

El proyecto comenzó formalmente hace poco más de un año, y por sus características es un proyecto que necesita diferentes perfiles profesionales. En esta etapa de diseño y construcción del laboratorio, estamos actualmente trabajando unas 40 personas. Por ahora todos pertenecemos a la Comisión Nacional de Energía Atómica y/o al CONICET. La mayor parte somos ingenieros y físicos, con un soporte administrativo, de gestión de calidad y de gestión de recursos humanos. Luego cuando el Laboratorio entre en operación hacia el 2020, quienes utilizarán las instalaciones serán investigadores de muchísimas áreas científico-tecnológicas: las técnicas neutrónicas son transversales a todo el sistema científico, lo cual quiere decir que sirven por igual a un montón de disciplinas como por ejemplo la paleontología, la química, la biología, la geología, la física, las ingenierías, la arqueometría, etc.

¿Qué significa que el LAHN se esté proyectando dentro de lo que se conoce como “grandes instalaciones experimentales”?

Significa que será una instalación diferente a lo que habitualmente conocemos por un “laboratorio”, donde se focaliza en una única técnica o en un único tema de estudio. Aquí estaremos hablando de una infraestructura de gran envergadura, con mucho equipamiento de gran escala, que simultáneamente permita a investigadores de todo el país, incluso de la comunidad internacional, venir a realizar sus experimentos utilizando los distintos instrumentos, que estarán funcionando 24/24hs igual que el reactor. Este tipo de “grandes instalaciones” existe en otros lugares del mundo, pero no en Argentina. El LAHN será el primer laboratorio de neutrones de Latinoamérica, y el segundo en el hemisferio sur. El primero fue el del reactor OPAL, construido por la empresa argentina INVAP para Australia en 2007. Hoy el laboratorio de Australia cuenta con 14 instrumentos en operación y está planificando una ampliación edilicia: tal es el impacto que las técnicas neutrónicas tienen regionalmente.

Hace poco se llevó a cabo un Workshop en el que se abordó la segunda fase del proyecto LAHN. ¿Qué importancia tuvo esta actividad de carácter internacional para el LAHN? ¿De qué forma se lleva a cabo la cooperación de los expertos extranjeros en este proyecto?

En el mes de marzo organizamos un evento múltiple, que tuvo diferentes objetivos. Por un lado, dentro de la Comisión Nacional de Energía Atómica se realizó la “Primera Reunión de Revisión Científico-Técnica” de los dos primeros instrumentos que albergará el LAHN. Estos instrumentos son un tomógrafo de neutrones y un difractómetro optimizado para grandes componentes, de alto interés no sólo para la ciencia básica sino para la industria nuclear y metalmecánica. En esta Reunión, recibimos la visita de 6 expertos internacionales que son referentes en esas dos técnicas neutrónicas y que tienen amplia experiencia en el diseño y construcción de instrumentos similares en otros laboratorio del mundo. Este panel evaluó y nos asesoró sobre los diseños que el equipo LAHN está realizando. Fue una experiencia sumamente enriquecedora y motivadora, ya que recibimos un fuerte apoyo y una mirada aprobatoria de este panel, a la vez que recibimos gran cantidad de sugerencias superadoras que están siendo incorporadas. Con esto garantizamos que en el momento de ponerlos en marcha, estos instrumentos van a ser de clase mundial, como lo será nuestro RA-10. En cuanto al Workshop, también fue un hito fundamental para nuestro proyecto. Fue organizado en forma conjunta con el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva con el objetivo de que la comunidad científica en pleno manifieste su interés en contar con nuevos instrumentos dentro del LAHN. Durante el Workshop se presentaron lo que se conoce como “casos científicos”: documentos que plantean las líneas de trabajo actualmente en curso que se verían beneficiadas de contar con nuevos instrumentos adicionales a los dos que ya están en construcción. En la elaboración de esos documentos participaron más de 200 investigadores de Argentina, e incluso algunos de Brasil y Uruguay, lo cual es un fuerte indicativo del interés que este proyecto está despertando, y esto recién comienza…