Inspectores del OIEA visitan Fukushima

FukushimaPor tercera vez desde el terremoto y tsunami que averió la central japonesa de Fukushima en 2011, inspectores nucleares del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) supervisaron el avance del desmantelamiento de la planta.

Ningún proyecto de saneamiento en el mundo es tan grande, complejo y caro como el desmantelamiento de Fukushima, un proceso que probablemente llevará, como mínimo, 30 a 40 años. Además, los costos podrían aumentar a varios cientos de miles de millones de euros.

Desde la catástrofe de Fukushima, el OIEA supervisó dos veces el proceso de desmantelamiento que lleva a cabo la empresa Tokyo Electric Power Company (Tepco). El balance es positivo: “Desde nuestra última misión en noviembre/diciembre de 2013, Japón ha hecho avances significativos”, dijo el jefe del equipo, Juan Carlos Lentijo.

En muchas zonas de las instalaciones de la central nuclear la limpieza ha avanzado. Asimismo, Lentijo señaló que las barras de combustible nuclear derretidas del reactor número cuatro han sido retiradas y, por lo menos en parte, se ha logrado desviar el agua subterránea alrededor del edificio del reactor.

Al mismo tiempo, el equipo del OIEA presentó más de una docena de propuestas de mejora. “La situación sigue siendo sumamente compleja y la eliminación del combustible nuclear representa un enorme reto a largo plazo”, subrayó Lentijo.

Actualmente, Japón no cuenta con un depósito para residuos nucleares altamente radiactivos. Sin embargo, este tipo de depósito es necesario para los residuos nucleares que genera el desmantelamiento de Fukushima.

Asimismo, el OIEA insiste en una solución sostenible al problema del agua. Cada día son contaminadas en Fukushima unas 300 a 400 toneladas de agua subterránea y de refrigeración. Un sistema de filtración, que empezó a operar a finales del año pasado, limpia 2.000 toneladas de agua radiactiva al día, eliminando todos los isotopos radiactivos, menos el tritio. Pero esa agua no es vertida al Pacífico: Tepco la almacenará durante años en las instalaciones de la central nuclear.