Con el objetivo de extender su vida útil, la Central Nuclear Embalse saldrá de servicio en febrero de 2015, por un período de dos años. Las obras que se realicen durante este tiempo le permitirán seguir operando por tres décadas más y aumentar su capacidad de generación a 683 megavatios.
La decisión de extender la operación de la planta por otros 25 o 30 años fue tomada por el Gobierno nacional en 2007 y el Congreso aprobó el proyecto en 2009. Si bien el proceso ya se inició, las obras principales para el recambio de los equipos críticos se ejecutarán cuando la central pare. Entre ellos, 380 tubos de presión, que serán reemplazados por nuevos.
El Ministerio de Planificación Federal de la Nación ha estimado que la inversión en Embalse será de 1.600 millones de dólares. En las obras trabajan las empresas estatales NA-SA e INVAP, varias privadas nacionales como Electroingeniería, Impsa, Vialco y Pérez Companc y otras extranjeras como las canadienses Candú y E3, y la italiana Ansaldo.
