Técnicas nucleares para estudiar el pasado

A menudo, arqueólogos e investigadores encuentran objetos y emplean técnicas y tecnologías nucleares para datarlos y analizarlos.

Dina Atwa es una de esas investigadoras y trabaja en el Centro de Conservación del Gran Museo Egipcio. En colaboración con la Instalación Europea de Radiación Sincrotrónica (Francia) y el centro del sincrotrón Elettra (Italia), la Atwa empleó estas técnicas para estudiar ocho monedas antiguas dentro de un ámbito de estudio denominado “arqueometría de metales”. Gracias a los rayos X de esos sincrotrones, que no dañan las monedas, la Sra. Atwa recopiló datos sobre la composición, la fabricación y los procesos de corrosión de las monedas, y concluyó que databan de la época ptolemaica (305 a.C. a 30 a.C.), posterior a la conquista de Alejandro Magno.

“La tecnología de los aceleradores puede emplearse para estudiar bienes del patrimonio cultural y obtener datos cuantitativos sobre su antigüedad, historia, proceso de fabricación y composición”, dice Aliz Simon, organizadora del evento y Física Nuclear del OIEA. La Sra. Simon, quien se especializa en aceleradores y encabeza la labor del Organismo sobre caracterización del patrimonio, explica: “Con las técnicas nucleares, se pueden estudiar objetos históricos para entender el pasado y preservarlos en el futuro. Al reunir a los investigadores en este taller, fomentamos el intercambio de información especializada sobre técnicas nucleares para el avance de la arqueología, la antropología y la ciencia forense hacia la gestión sostenible del patrimonio en todo el mundo”.

En mayo, el Organismo publicó una edición de su emblemática revista trimestral, el Boletín del OIEA, en la que se trataba el tema de las aplicaciones de los aceleradores y otras fuentes de radiación ionizante. En ella se aborda el uso de esas tecnologías para caracterizar y preservar bienes históricos y para detectar obras de arte falsificadas.

Preservar y estudiar el patrimonio cultural en todo el mundo

“Durante mucho tiempo se ha pensado que Tailandia y los países de la región solían tener mucho oro, aunque hoy no posean mucho. Las técnicas nucleares pueden ayudarnos a entender de dónde provenía el oro de Ayutthaya, si era local o importado”, dice la Sra. Khaweerat. Durante el taller explicó que el Instituto donde trabaja había empleado la XRF, una técnica nuclear analítica no destructiva, para analizar la composición de alrededor de 400 objetos de oro de la civilización Ayutthaya y entender la tecnología de fabricación del pasado. Según los datos obtenidos, estos objetos tienen una composición similar, lo que sugiere que sus materias primas tenían un origen común.

En Austria, los investigadores también están usando la ciencia nuclear en estudios relacionados con la cultura y la conservación. En paralelo al taller del OIEA, la plataforma Heritage Science Austria organizó un evento en la Universidad Técnica de Viena sobre las labores que está llevando a cabo para incorporarse a la Infraestructura Europea de Investigación para la Ciencia del Patrimonio (E-RIHS). En particular, expuso ejemplos de aplicaciones de las ciencias nucleares para caracterizar el patrimonio cultural europeo.

En la sesión conjunta, Klaudia Hradil, Científica Principal Superior del Centro de Rayos X de la Universidad Técnica de Viena, explicó que Heritage Science Austria ha promovido la cooperación entre científicos austriacos que estudian el patrimonio cultural y ha creado una red de disciplinas de investigación. “Con nuestra incorporación a la E-RIHS y una mayor colaboración con el OIEA buscamos expandir nuestra red y consolidar los conocimientos a nivel internacional sobre el uso de las técnicas nucleares para el patrimonio cultural. Se trata de un ámbito de la ciencia que realmente puede unir a las personas”, dice la Sra. Hradil.