Rusia inicia la fabricación del equipamiento para la central iraní Bushehr

Rusia comenzó la fabricación del equipamiento del segundo bloque de la central nuclear Bushehr, ubicada en Irán. Se trata del equipamiento para limitar la fundición del combustible nuclear, cuya fabricación está a cargo del grupo empresarial ASE, que forma parte de Rosatom.

La trampa de fundición es un equipo que puede contener la materia fundida por tiempo ilimitado impidiendo la fuga de las sustancias radiactivas al medio ambiente. Desarrollado por especialistas nucleares rusos, consiste en un sistema especial de la central nuclear en caso de un accidente que implique la fusión de la zona activa del reactor.

Consiste en una especie de cráter cónico instalado en el fondo del reactor y lleno de materiales especiales que en caso de accidente se mezclan con los materiales fundidos de la zona activa y garantizan su distribución uniforme en el interior de la trampa.

Según la empresa ASE, también fueron firmados los contratos de suministro de equipamiento para las salas de máquinas, y están previstos para su firma otra serie de acuerdos sobre equipamiento de ciclo de fabricación extenso. Asimismo, comenzó la preparación para la compra de los generadores de vapor y los sistemas automatizados de control de los procesos tecnológicos.

En noviembre de 2014 Rusia e Irán firmaron una serie de documentos que amplían la colaboración bilateral en el ámbito del uso pacífico de la energía nuclear y prevén la construcción de dos nuevos reactores de central nuclear Bushehr.

La construcción de la central, la primera de Irán, fue iniciada en 1974 por el consorcio alemán Kraftwerk Union A.G. (Siemens/KWU), pero en 1980 la compañía rompió el contrato debido a la decisión del Gobierno alemán de apoyar el embargo de EEUU sobre el suministro de equipos a Irán.

En 1995, la empresa rusa Atomstroyexport asumió la construcción de la planta, que fue puesta en marcha en agosto de 2010 bajo el control de la OIEA y con combustible nuclear importado desde Rusia. En septiembre de 2011 la planta se conectó a la red eléctrica iraní y un año después, en agosto de 2012, el primer reactor alcanzó su plena potencia de 1.000 megavatios.