Se inicia la segunda etapa para extender la vida útil de Embalse

La Central Nuclear Embalse, que genera energía desde 1984 y se está aproximando al fin de su vida útil de diseño, ha comenzado la segunda etapa de revamping, lo que le garantizará las condiciones necesarias para seguir operando por un nuevo ciclo de 30 años, con una potencia cercana a los 700 megavatios, es decir, un 6% más que la capacidad actual.

Las tareas para prolongar la vida de la central se estructuraron en tres etapas. La primera fase comprendió la realización de todas las actividades que permitieron definir el alcance del proyecto. En 2005 se comenzó con los estudios de factibilidad y envejecimiento de los sistemas. Allí se determinó que muchos de sus componentes debían ser reemplazados, como los tubos de presión, los generadores de vapor, las computadoras de proceso, entre otros.

Actualmente, Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA) se encuentra ejecutando las tareas de reacondicionamiento de la central pertenecientes a la segunda etapa del proceso, lo que incluye la realización de la ingeniería básica y de detalle relacionada con los cambios y modificaciones a efectuar, la compra y provisión de los nuevos equipos y repuestos y la planificación y programación de todas las tareas a realizar en la parada de reacondicionamiento.

Por último, la tercera etapa implica la salida de servicio de la central para realizar los trabajos de recambio de los componentes esenciales. La duración de la parada será de unos 20 meses. Se estima que esta última etapa se iniciará en febrero de 2015. Para entonces, Atucha II estará funcionando a plena potencia.

Entre los últimos hitos más relevantes realizados hasta la fecha, se destacan la firma de los principales contratos con los diseñadores de la central, la puesta en servicio del Simulador de la Sala de Control Principal, la recepción de las Computadoras de Control y de Procesos, la finalización del montaje de todas las instalaciones para el entrenamiento del personal, la recepción de las herramientas para el retubado, el inicio de la obra civil y la recepción de equipos y componentes del Sistema Eléctrico de Emergencia. Para septiembre se espera la llegada del primer rotor de baja presión de la turbina de vapor, y en el mes de octubre del primer equipo diesel del sistema de energía eléctrica asegurada.

Asimismo, como parte del proyecto, se calificó a la empresa CONUAR para la fabricación de los componentes internos del reactor, y a los laboratorios de la Comisión Nacional de Energía Atómica para la realización de los estudios metalográficos.

En todas las etapas del proceso se buscará actualizar y transferir tecnología para que la Argentina pueda dominar la última tecnología CANDU de manera tal de estar en condiciones óptimas de afrontar el período próximo de vida 30 años. La inversión total del proyecto se estima en 1.300 millones de dólares y aproximadamente un 60 % va a ser a través de proveedores y contratistas locales, es decir, va a ser provista por la industria nacional.