Técnicas nucleares para combatir las zoonosis

Los laboratorios de inocuidad de los alimentos de todo el mundo son el dique para prevenir y detener la propagación de los agentes que provocan las enfermedades, ya que los consumidores no siempre podemos ver, probar u oler la amenaza de un alimento contaminado. El OIEA, en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), ha estado prestando apoyo a laboratorios de todo el mundo para ayudarlos a detectar y monitorizar los contaminantes y los residuos agroquímicos presentes en los alimentos y hacer un seguimiento de esas sustancias.

Hasta la fecha, el apoyo del OIEA para la realización de pruebas sobre inocuidad de los alimentos se ha centrado en la detección y el control de residuos químicos, como los medicamentos veterinarios, los plaguicidas y los contaminantes. Muchos proyectos han incluido ensayos microbiológicos y pruebas de detección de agentes patógenos, componentes que se espera ampliar en el futuro.

“Gracias a los ensayos rutinarios, las actividades de vigilancia y la participación en investigaciones epidemiológicas, los laboratorios de inocuidad de los alimentos pueden detectar si un agente patógeno se ha desviado de una situación normal e identificar agentes patógenos emergentes —declara A. S. M. Saifullah, Oficial Científico Principal del Instituto de Alimentación y Radiobiología (IFRB) de la Comisión de Energía Atómica de Bangladesh—. Los laboratorios de inocuidad de los alimentos pueden ayudar en la preparación para hacer frente a las enfermedades zoonóticas y en la respuesta a estas, también en situaciones de emergencia”.

Redes de inocuidad de los alimentos
El IFRB de Bangladesh colabora con otros laboratorios de inocuidad de los alimentos de Asia y el Pacífico por conducto de la Red Asiática de Inocuidad de los Alimentos, coordinada por el OIEA. Los laboratorios de inocuidad de los alimentos evitan episodios de enfermedades transmitidas a través de la comida controlando ese riesgo mediante ensayos, monitorización y vigilancia rutinarios. No obstante, los sistemas de inocuidad de los alimentos no son infalibles. “Estos episodios se dan, y por eso es importante que las instituciones y los países estén preparados y no desdeñen ningún riesgo, sea químico, físico o microbiológico, como las zoonosis”, declara el Sr. Sasanya.

Los laboratorios de la Red Asiática de Inocuidad de los Alimentos comparten información y métodos analíticos y participan en programas para llevar a cabo pruebas de competencia. Esto es clave para abordar los motivos de preocupación a escala regional en la esfera de la inocuidad de los alimentos, y podría propiciar una vía para dar respuesta a las emergencias en este ámbito.

El Centro Conjunto FAO/OIEA también ha apoyado el establecimiento y el fortalecimiento de redes de inocuidad de los alimentos en otras regiones, como América Latina y África. Un proyecto del OIEA sobre respuesta a emergencias en materia de inocuidad de los alimentos está trabajando en métodos isotópicos y de análisis rápido complementario en los laboratorios del Centro Conjunto FAO/OIEA en Seibersdorf (Austria) y capacitando a los miembros de la red para que utilicen esos métodos sobre el terreno. “En el futuro, estas redes de laboratorios podrían ayudar a los países a dar respuesta a emergencias en el terreno de la inocuidad de los alimentos, incluidas las zoonosis que se transmiten a través de los alimentos”, afirman