Tecnología nuclear ayuda a México a combatir la mosca de la fruta

Una respuesta a emergencias rápida y eficaz, que se nutre de años de asistencia del OIEA, está ayudando al estado mexicano de Colima a evitar importantes pérdidas económicas por un brote de la mosca del Mediterráneo, también conocida como moscamed. En respuesta a una solicitud de apoyo del Gobierno de México y en cooperación con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el OIEA ha prestado asistencia en los últimos 13 meses a las autoridades nacionales de sanidad vegetal de Colima con vistas a ponerle fin al brote. Como parte de la asistencia se han elaborado y facilitado orientaciones para la ejecución de un plan de medidas de emergencia mediante una técnica nuclear que se puede utilizar como medida de control de natalidad para plagas.

“La detección de esta plaga en Colima en abril del año pasado en la zona fronteriza entre México y Guatemala, a 1300 kilómetros de las poblaciones silvestres más cercanas en el estado de Chiapas, fue alarmante y valoramos positivamente el apoyo del OIEA y de la FAO para ayudarnos a controlarla”, sostuvo Maritza Juárez Durán, Directora del Programa Nacional de Moscas de la Fruta del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA).

Una mosca que trae consecuencias
La moscamed (Ceratitis capitata) se considera una de las plagas de insectos más devastadoras a nivel mundial debido al daño directo que causa a una amplia variedad de cultivos frutales y vegetales. En México, la moscamed es una plaga cuarentenaria invasiva pero, gracias a la TIE, el país pudo erradicarla en 1982. No obstante, puede cruzar fronteras sin dificultad, por lo que el país debe permanecer alerta a sus movimientos. Los brotes de moscamed pueden dar lugar a restricciones estrictas de cuarentena impuestas por otros países sobre el comercio de frutas y vegetales, por lo que las consecuencias socioeconómicas pueden ser enormes.

México es el séptimo exportador de productos agrícolas más grande del mundo y estar libre de moscamed es muy importante para el país. “Cuando México dio la voz de alarma y solicitó nuestra ayuda, estábamos preparados”, indicó la especialista Nicola Schloegl, Oficial de Administración de Programas del OIEA para América Latina y el Caribe, quien coordinó el apoyo de cooperación técnica del OIEA al SENASICA a fin de dar respuesta al brote de la moscamed. Se ha registrado el brote en una zona de 169 kilómetros cuadrados, dentro de una zona delimitada de 4289 kilómetros cuadrados, donde se han aplicado medidas fitosanitarias. “El país es una potencia agrícola, por lo que hay mucho en juego cuando se da un brote, especialmente en la actual situación mundial en que ya vemos aumentos en el precio de los alimentos”.

En el brote de Colima, se registró que la moscamed afectaba frutas y almendros tropicales en zonas urbanas, lo que representa un riesgo para cultivos agrícolas como mangos, guayabas, papayas, higos, naranjas, toronjas rosadas y carambolas. México estima que produce anualmente cultivos hortícolas para la exportación por valor de más de 189 000 millones de pesos mexicanos (8 800 millones de euros). Esta actividad podría verse afectada por el brote de moscamed si no se controla.

En la actualidad, México produce más de 500 millones de moscas del Mediterráneo estériles por semana en el estado de Chiapas, en la frontera meridional del país. La instalación de cría en masa que allí se encuentra es la segunda más grande del mundo y fue inaugurada a principios de este año siguiendo las orientaciones del OIEA. Hasta ahora, esta instalación ha sido la fuente de los 1200 millones de moscamed macho estéril soltados sobre las zonas del brote de Colima.

La operación en Colima va por buen camino y por ahora el brote está controlado, concluyeron las expertas.