“Veo que hay mucho interés en el legado científico como materia cultural y como experiencia” – Parte 1

Trinidad Rico, arqueóloga y antropóloga que vive actualmente en los Estados Unidos, lidera una investigación en torno a la historia y al presente de la Isla Huemul. Desde hace tres inviernos visita su ciudad natal, Bariloche, para recopilar información a través de relevamientos de distintos objetos, testimonios de personas y las ruinas arquitectónicas del fallido proyecto científico.

A la vista de todos los habitantes y turistas que visitan Bariloche, al frente de Playa Bonita, en el lago Nahuel Huapi, está la Isla Huemul. Testigo favorito de un episodio clave en la historia de la ciencia y la física en Argentina, la isla parece inmutable. A fines de la década de 1940, un físico austríaco Ronald Richter lideró allí un proyecto que resultó en un fraude científico pero que al mismo tiempo desencadenó la creación del hoy llamado Instituto Balseiro y del Centro Atómico Bariloche. Ahora, una arqueóloga y antropóloga nacida y criada en Bariloche, que trabaja en la actualidad en la Rutgers University de los Estados Unidos (EE.UU.), lidera un trabajo de rescate de su historia y su presente. Para dejar atrás el silencio, y escuchar y contar sus historias.

Trinidad Rico tiene 37 años. Cursó la escuela primaria y la secundaria en la escuela Woodville, en Bariloche. Apenas terminó el colegio, la Universidad de Cambridge le ofreció una beca para estudiar Arqueología en Inglaterra. Luego de graduarse allí, completó un Master en Conservación en la University College London y se recibió de Doctora en Antropología en la Stanford University, en los Estados Unidos, en ambos lugares gracias a becas de estudio completas. El trabajo de campo de su doctorado la llevó a vivir al otro extremo del planeta, en una isla de Sumatra, Indonesia, donde estudió el impacto cultural tras el tsunami de 2004.

En la actualidad, y luego de vivir cinco años en Medio Oriente, en la ciudad de Doha, Qatar, Rico se asentó junto a su esposo arquitecto y su hijo de 4 años en Nueva Jersey, en los Estados Unidos. Allí es profesora asistente y directora de Preservación y Patrimonio Cultural del Departamento de Historia del Arte en la Rutgers University. Hija de un ingeniero que trabajó toda su vida en el Centro Atómico Bariloche, la joven decidió regresar a esta ciudad patagónica con el objetivo de aportar, desde su perspectiva científica, más conocimiento en torno a uno de los “tesoros” arqueológicos de la ciencia argentina: la isla Huemul.

-¿Podrías contar de qué se trata, en líneas generales, el proyecto que están realizando en la Isla Huemul?

-Nuestro proyecto de investigación tiene varios nombres según los fondos de investigación que conseguimos, que le dan un nombre particular a cada etapa de investigación específica. En esta etapa llamamos al proyecto “Patrimonio y Secreto: el proyecto atómico Huemul” y  nos enfocamos en investigar la historia de Huemul desde nuevos ángulos, desde nuevas vistas disciplinarias. Esto implica pensar en nuevas escalas temporales, esto es, antes y después de Richter; nuevas escalas geográficas, teniendo en cuenta la Isla dentro del Parque Nacional, por ejemplo; y nuevas escalas políticas e institucionales: la explotación de energía y, en particular, de las energías limpias en Argentina y en el mundo.

-¿Qué preguntas guían la investigación?

-Principalmente, en nuestra hipótesis consideramos las narrativas que fueron marginalizadas en la biografía de la Isla. Por ejemplo, una pregunta que nos guía es la relación entre Bariloche y la Isla durante y después del proyecto de Richter, que es algo que está poco explorado. Y lo escaso que hay está asociado a historias y representaciones de Bariloche que no se basan en estudios históricos críticos. La documentación de la Isla, por haber recibido el Proyecto Huemul, es muy parcial por el tema de la confidencialidad, por eso la investigamos desde una combinación de metodologías: la arqueológica contemporánea, la historia regional, las historias institucionales y la historia oral, entre otras.