OIEA aumenta proyecciones sobre el uso de la energía nucleoeléctrica a 2050

Por primera vez desde que hace diez años tuvo lugar el accidente de Fukushima, el Organismo Internacional de Energía Atómica detectó un alza en proyecciones relativas al posible aumento de la capacidad nucleoeléctrica para la generación de electricidad en los próximos decenios.

El cambio en el pronóstico anual del OIEA sobre esta fuente de energía baja en emisiones de carbono no indica todavía una nueva tendencia, pero se produce en un momento en que el mundo se ha propuesto abandonar los combustibles fósiles para combatir el cambio climático. Muchos países están estudiando la posibilidad de implantar la energía nucleoeléctrica para impulsar una producción de energía fiable y limpia.

En la hipótesis alta de su nuevo pronóstico, el OIEA prevé que la capacidad mundial de generación nuclear se duplique, pasando de los 393 GW(e) del año anterior a 792 gigavatios (eléctricos netos) para 2050. En comparación con la proyección para el escenario de alta capacidad del año pasado, que situaba esta cifra en 715 GW(e) para 2050, la nueva estimación supone un aumento de poco más del 10 %. No obstante, para que la hipótesis alta del OIEA se haga realidad será necesario adoptar medidas importantes, como agilizar la implantación de tecnologías nucleares innovadoras. Las proyecciones para el escenario de baja capacidad indican que en 2050 la capacidad nuclear mundial será prácticamente la misma que en la actualidad, es decir, 392 GW(e).

“Según las nuevas proyecciones del OIEA, la energía nucleoeléctrica seguirá desempeñando una función indispensable en la producción de energía con bajas emisiones de carbono —dijo el Director General del OIEA, Rafael Mariano Grossi—. Las conclusiones del informe son un indicio alentador de que existe una mayor conciencia respecto de la función absolutamente clave de la energía nucleoeléctrica, que no emite dióxido de carbono, en nuestros esfuerzos por lograr unas emisiones netas cero”.

Según el informe, las proyecciones de 2021 reflejan un mayor reconocimiento de las cuestiones relacionadas con el cambio climático y la importancia de la energía nucleoeléctrica en la tarea de reducir las emisiones procedentes de la generación de electricidad. Los compromisos contraídos en virtud del Acuerdo de París de 2015 podrían apoyar el desarrollo de la energía nucleoeléctrica si las políticas energéticas y las configuraciones de mercado necesarias facilitan las inversiones en tecnologías distribuibles y de bajas emisiones de carbono. Las proyecciones del escenario de alta capacidad del OIEA, que prevén que la capacidad nuclear se duplique para 2050, van en la misma línea que las que el Organismo Internacional de Energía Atómica realizó en la publicación titulada Net Zero by 2050 – A Roadmap for the Global Energy Sector, que vio la luz en mayo de este año.

Puesto que se prevé que en los próximos 30 años la electricidad generada a escala mundial se duplique, será necesario ampliar considerablemente la capacidad de generación de energía nucleoeléctrica para que el porcentaje que actualmente representa en la canasta energética se mantenga.

De acuerdo con la proyección del OIEA para el escenario de alta capacidad, en 2050 la contribución de la energía nuclear a la electricidad mundial podría ser de un 12 %, frente al 11 % estimado en las proyecciones del año pasado para el escenario de alta capacidad para 2050. La energía nucleoeléctrica generó en torno al 10 % de la electricidad mundial en 2020. No ha habido cambios en la hipótesis baja, según la cual se prevé que la energía nuclear represente el 6 % de toda la electricidad generada. El carbón sigue siendo la fuente de energía más utilizada para generar electricidad, con un porcentaje aproximado del 37 % en 2020, cifra que apenas ha variado desde 1980.

Las nuevas tecnologías de bajas emisiones de carbono, como la producción nuclear de hidrógeno o los reactores pequeños y avanzados, serán fundamentales para alcanzar unas emisiones netas cero. La energía nucleoeléctrica podría ofrecer soluciones para el aumento del consumo de electricidad, las preocupaciones sobre la calidad del aire y la seguridad del suministro de energía. Se está trabajando en múltiples innovaciones para ampliar el uso de las técnicas nucleares en esferas conexas, como la producción de hidrógeno o de calor.

Cada vez son más los reactores en los que se están ejecutando programas de gestión del envejecimiento y en los que se ha optado por la explotación a largo plazo. Alrededor de dos tercios de los reactores nucleares de potencia llevan funcionando más de 30 años. Aunque se ha prorrogado el tiempo de explotación de varias centrales nucleares hasta los 60 e incluso los 80 años, a largo plazo es necesario aumentar considerablemente la capacidad nuclear para compensar las retiradas de servicio. Harán falta muchas centrales nucleares nuevas para mantener el papel actual de la energía nucleoeléctrica en la canasta de energía. Sigue reinando la incertidumbre con respecto a la sustitución de estos reactores, especialmente en América del Norte y Europa.

En la 41ª edición de Energy, Electricity and Nuclear Power Estimates for the Period up to 2050 se describen en detalle las tendencias mundiales de la energía nucleoeléctrica por región. La publicación incluye una estimación baja y una estimación alta, que reflejan diferentes escenarios para el despliegue de la energía nucleoeléctrica a escala mundial. Estas estimaciones muestran escenarios opuestos, aunque no extremos, y ofrecen un rango verosímil de opciones en cuanto al desarrollo de la capacidad nuclear por región y a escala mundial.

Desde que se publicaron por primera vez hace 40 años, las proyecciones del OIEA se han ido perfeccionando constantemente con el objetivo de reflejar un contexto energético mundial en evolución. Durante los últimos diez años, el desarrollo de la energía nucleoeléctrica se ha mantenido dentro de los valores presentados en ediciones anteriores de esta publicación.