Premian a investigadores de CNEA

La doctora Lucía Policastro y su equipo de trabajo fueron reconocidos por el desarrollo de la plataforma PLAMIC. El galardón es otorgado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación para destacar proyectos científico-tecnológicos con impacto social en el campo de la salud.

A través del Concurso Innova Salud, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación premió a la doctora Lucía Policastro, directora del Laboratorio de Nanomedicina de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y miembro del Instituto Nanociencias y Nanotecnología (INN), y a su equipo de trabajo, por el desarrollo de la plataforma PLAMIC, que permite desarrollar y caracterizar microdispositivos microfluídicos, también conocidos como dispositivos Lab-on-a-chip, para aplicaciones en salud.

PLAMIC está compuesta de dos plataformas:

NanoSIN: Dedicada a optimizar el desarrollo de nanomedicinas (NM) para obtener productos de mayor calidad que los generados por tecnologías tradicionales de síntesis. De acuerdo con la doctora Policastro «una nanomedicina es una droga o principio activo contenida o conjugada en un nanomaterial, es decir, que tiene un tamaño de varias decenas de nanómetros (un nanómetro es la millonésima parte de un milímetro). Su tamaño es equivalente aproximadamente al tamaño de un virus. Estos nanomateriales contenidos en las nanomedicinas protegen las drogas; dan mayor biodisponibilidad, es decir, que permiten que haya más droga circulante para que llegue a los sitios donde se la necesita; disminuyen los efectos secundarios y facilitan la localización en los tejidos blancos, como puede ser un tumor, por ejemplo».

NanoSEN: Está constituida por un micro dispositivo donde será posible testear la potencial respuesta de un paciente a distintos tipos de drogas oncológicas y seleccionar la que muestra mejor efectividad en cada paciente, aportando una herramienta a la medicina personalizada. La doctora Policastro explica que «tradicionalmente se segmentan los tratamientos según escasos estudios genéticos que se le hacen a los pacientes oncológicos, asignado tratamientos estandarizados. Esta plataforma que estamos desarrollando permitirá, en base a una pequeña muestra de biopsia, testear la respuesta de un paciente a diferentes tratamientos posibles y ayudar a la medicina personalizada a que tenga más elementos para tomar una decisión terapéutica».

La plataforma PLAMIC fue creada por un grupo interdisciplinario de científicos del Laboratorio de Nanomedicina de la CNEA (Gerencia de Desarrollo Tecnológico y Proyectos Especiales – Gerencia de Área de Investigaciones y Aplicaciones No Nucleares) e integrantes del Laboratorio de Fluidodinámica de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires,

La medicina del futuro
Actualmente, hay mucho interés en la industria farmacéutica en las nanomedicinas, ya que se prevé que un gran porcentaje de las drogas tradicionales van a tener un componente nanotecnológico en el futuro para mejorar su efectividad. «El problema -indica la doctora Policastro- es que las nanomedicinas se sintetizan tradicionalmente con métodos no controlados de mezclado, lo que genera que tengan una calidad que no es la óptima. Esto hace que la transferencia al mercado y, por ende, a los pacientes, sea muy lenta e ineficiente. Por ejemplo, actualmente, luego de 40 años de intensa investigación e inversión en el área, solo 11 nanomedicinas oncológicas han logrado llegar al mercado a nivel mundial”.

A través de la plataforma PLAMIC, los científicos de la CNEA han logrado una metodología por la cual es posible optimizar nanomedicinas de aplicaciones oncológicas en cantidades muy pequeñas y prototiparlas de manera rápida. Dicho en otras palabras: “Podemos generar nanomedicinas combinando distintas condiciones de síntesis y seleccionar las que tiene parámetros de calidad optimizados, que generalmente son superiores a las nanomedicinas que se sintetizan con tecnologías tradicionales. Ya hemos probado desarrollar varias nanomedicinas oncológicas optimizadas, conteniendo distintas drogas quimioterapéuticas para aplicaciones oncológicas”, resume Policastro.

La ventaja de PLAMIC, además, es que es una plataforma muy versátil, que también sirve para optimizar nanoproductos para otras aplicaciones, por ejemplo, cosmética, medicina nuclear, agroindustria, entre otras.

Próximos pasos
En cuanto al grado de avance de los proyectos, la plataforma NanoSIN se encuentra en una fase avanzada de desarrollo y los científicos del Laboratorio de Nanomedicina de la CNEA -con la valiosa colaboración de otros investigadores, como el doctor Juan Martín Cabaleiro del Laboratorio de Fluidodinámica de la UBA- ya están trabajando en la fase de escalado y transferencia de tecnología en marcos regulatorios.

Por otro lado, la plataforma NanoSEN se encuentra en una fase intermedia: “Tenemos ensayadas y validadas cada una de las partes del microdispositivo; ahora tenemos que producir el ensamblado de las partes. Queremos hacer desarrollos ‘a medida’ para la industria farmacéutica y otras industrias con transferencia tecnológica y aportar también a la medicina personalizada, para que haya más y mejores tratamientos para las pacientes, lo cual es un gran desafío”, asegura la directora del Laboratorio Nanomedicina de la CNEA.

Sobre el Concurso Innova Salud
Organizado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, este concurso está dirigido a quienes desarrollan actividades de emprendedurismo y a empresas de base tecnológica (EBT) que cuenten con un proyecto de base científica y/o tecnológica en el campo de la salud con impacto social.

En su última edición, la doctora Lucía Policastro recibió una Mención Especial, con un premio de $500.000. “El dinero es una gran ayuda que nos va a servir para comprar fundamentalmente insumos que son muy necesarios y costosos”, comenta orgullosa. Y agrega: “Estoy muy agradecida a todos los que aportaron al desarrollo del proyecto y que continúan haciéndolo con mucho entusiasmo y dedicación. Este es el producto de un trabajo interdisciplinar y muy intenso, que requiere poder hablar en muchos idiomas a la vez, en el que estamos embarcados hace muchos años.”

Fuente: CNEA.