Diagnóstico de las complicaciones de la diabetes mediante la medicina nuclear

En Iberoamérica, 52 millones de adultos viven con diabetes y con la incertidumbre que puede generar esta enfermedad. En 2021, la diabetes y sus complicaciones causaron más de medio millón de muertes en la región. Entre estas complicaciones cabe mencionar la insuficiencia renal, los infartos de miocardio, la ceguera, los accidentes cerebrovasculares y la amputación de los miembros inferiores. Todas ellas pueden diagnosticarse en etapas tempranas, y en muchos casos incluso prevenirse, gracias a la imagenología nuclear. El OIEA se esfuerza por subsanar las disparidades de acceso a la medicina nuclear y ofrece equipos e información especializada a los países de ingresos medianos y bajos.

“Las técnicas nucleares son fundamentales, ya que pueden contribuir al diagnóstico y, por tanto, a la prevención de las complicaciones de la diabetes, reducir la mortalidad y mejorar la calidad de vida de los pacientes de todo el mundo”, dice Enrique Estrada Lobato, especialista en Medicina Nuclear del OIEA.

La diabetes es una enfermedad crónica en la que la cantidad de azúcar en la sangre supera los rangos normales. Puede clasificarse en dos grandes categorías: la diabetes tipo 1, en la que el cuerpo no produce suficiente insulina (una hormona que regula el metabolismo de los carbohidratos, las grasas y las proteínas) y la diabetes tipo 2, mucho más común, en la que el organismo no responde como debería a esa hormona. Se desconocen las causas y los factores de riesgo de la diabetes tipo 1 y, por ende, no existen estrategias de prevención exitosas. Por el contrario, sí es posible prevenir la diabetes tipo 2.

“La diabetes tipo 2 es más común en adultos. De hecho, se la solía llamar ‘diabetes de inicio en la edad adulta’, pero cada vez es más común en niños debido a la epidemia de obesidad. En América Latina y el Caribe, el 7,2 % de los niños menores de 5 años tienen sobrepeso y en algunos países este porcentaje alcanza el 15 %”, explica el Sr. Estrada.

A la fecha, el OIEA ejecuta 74 proyectos nacionales y 13 regionales para implantar o fortalecer la medicina nuclear, incluidas las aplicaciones que permiten detectar las complicaciones de la diabetes. El Organismo ayuda a los países a que empleen de manera eficaz la imagenología médica para que diagnostiquen la diabetes de manera oportuna y mejoren la atención y los índices de supervivencia. Su labor comprende programas de cooperación técnicaproyectos coordinados de investigación (PCI), publicaciones y actividades de formación, como los módulos de aprendizaje en línea, los seminarios y los cursos del Campus de Salud Humana.

Principales técnicas nucleares de diagnóstico

En medicina, se utilizan las técnicas nucleares para diagnosticar, entre muchas otras patologías, tres complicaciones frecuentes de la diabetes: el pie diabético, la insuficiencia renal y las cardiopatías. Es posible detectar esas enfermedades al combinar las técnicas de imagenología con los radiofármacos, sustancias con pequeñas cantidades de radioisótopos que permiten visualizar anomalías en el cuerpo. El diagnóstico precoz de las complicaciones de la diabetes es fundamental para el éxito del tratamiento.

Una de las posibles consecuencias de los altos niveles de azúcar en la sangre es el pie diabético, enfermedad en la que los pacientes pierden la sensibilidad de las piernas y no sienten ni logran sanar las úlceras que puedan tener. Quienes la padecen pueden presentar una infección en los huesos (“osteomielitis”) que, si se detecta a tiempo, es tratable con antibióticos. Para diagnosticar el pie diabético, se pueden emplear estudios de imagenología médica y de medicina nuclear que se valen de la tomografía computarizada por emisión de fotón único (SPECT) en combinación con diversos radiofármacos. Más recientemente, se ha comenzado a usar la tomografía por emisión de positrones con fluorodesoxiglucosa para detectar esta complicación y evaluar la eficacia del tratamiento, ya que ese examen de imagenología permite diagnosticar problemas en los huesos y definir si la infección está activa o no.

La diabetes de larga duración también afecta a los riñones. Para prevenir la insuficiencia renal, es preciso reconocer el deterioro de la función de los riñones en una etapa temprana. La gammagrafía renal, examen en que se emplean radiofármacos para analizar la función de los riñones, es fundamental para detectar patologías de manera oportuna. “Gracias al uso de esta técnica, en 2020 pudimos prevenir complicaciones renales en 250 pacientes diabéticos de nuestro hospital”, dice Eleazar Ignacio, quien trabaja en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán de México, un país gravemente afectado por la diabetes.

Asimismo, muchos pacientes con diabetes presentan dolores cardíacos debido a que los niveles elevados de azúcar pueden dañar los vasos sanguíneos. En caso de que el paciente no haya recibido tratamiento ni diagnóstico oportuno, es posible que termine sufriendo una cardiopatía. Mediante una técnica denominada “imagenología de perfusión miocárdica (MPI)” y la inyección de radiofármacos, se hacen comparaciones para verificar que el corazón esté funcionando correctamente. El OIEA ofrece orientaciones sobre esta técnica y con ello contribuye a su aplicación, armonización y a la mejora de su uso, tanto en los países que ya disponen de ella, como en aquellos que desean implantarla.

El OIEA ha llevado a cabo varios proyectos coordinados de investigación en que se estudia la utilidad la MPI para la valoración de los pacientes con problemas cardíacos. Uno de ellos estudió el uso de la MPI para detectar complicaciones cardíacas en diabéticos asintomáticos durante 10 años y contó con la participación de 17 países (Argelia, Argentina, Bangladesh, Chile, Colombia, Cuba, Egipto, Eslovenia, Estados Unidos, India, Israel, Italia, Líbano, Pakistán, Sudáfrica, Uruguay y Viet Nam).

El OIEA contribuye a que los centros de medicina nuclear de todo el mundo ofrezcan las pruebas y los recursos que se necesitan para detectar las complicaciones de la diabetes y mejorar la supervivencia de los pacientes. Por ejemplo, en América Latina y en Asia y el Pacífico, se han venido mejorando las aplicaciones clínicas de las técnicas nucleares y se prevé que se sigan perfeccionando gracias a un nuevo proyecto enfocado en las mujeres.