Directrices sobre muestreo de suelo y vegetación

Para garantizar una protección eficaz contra la radiación de las personas y el medio ambiente, la caracterización, el mapeo y el monitoreo de las áreas afectadas son cruciales.

El suelo, la vegetación y el agua pueden contaminarse con radionucleidos naturales y artificiales, incluso en entornos agrícolas, forestales y urbanos. ¿Cómo verificar y medir dicha contaminación en el suelo y la vegetación, de modo que se pueda realizar la limpieza si es necesario? Parte de la solución radica en las técnicas y metodología de muestreo apropiadas.

Las nuevas directrices del OIEA consideran estrategias y programas de muestreo, que son relevantes tanto para situaciones de emergencia como para situaciones de exposición existentes. Incluye consejos prácticos sobre el diseño y la implementación de programas de muestreo y ejemplos de mejores prácticas para diferentes situaciones de exposición basadas en la experiencia y las lecciones aprendidas de varias maneras, incluso a través de accidentes e incidentes nucleares o radiológicos, pruebas de armas nucleares, contaminación de instalaciones de ciclo de combustible nuclear y Otras actividades nucleares.  

«No se puede llegar a una conclusión científica adecuada sin un muestreo adecuado», afirmo Andra-Rada Iurian, analista de evaluación ambiental del OIEA, a cargo de la publicación desarrollada por expertos de todo el mundo.

En el pasado, los accidentes severos resultaron en contaminación y en la necesidad de remediación de vastas áreas, incluso, por ejemplo, en Goiânia en Brasil, donde el uso no autorizado de fuentes radiactivas condujo a la contaminación de 85 casas en 1987, y también después. de los accidentes de Chernobyl y Fukushima. En estos casos, los datos de los programas de muestreo de suelos y vegetación se utilizaron para evaluar los niveles de contaminación por radionucleidos y para determinar las acciones necesarias para la protección de las personas y el medio ambiente.

Los ecosistemas afectados por el accidente de Chernobyl han sido estudiados y monitoreados ampliamente durante las últimas tres décadas. Para cada campo contaminado, las autoridades nacionales establecieron un programa de monitoreo específico y un programa de muestreo de acuerdo con las características de los ecosistemas afectados, la naturaleza de los radionucleidos, el patrón de contaminación y el uso de la tierra.

Los radionucleidos como el uranio, el radio o el polonio están presentes en el medio ambiente de forma natural, pero aún deben evaluarse para determinar sus concentraciones de referencia.

La publicación Directrices sobre muestreo de suelo y vegetación para el monitoreo radiológico es parte del esfuerzo del OIEA para ayudar a las autoridades nacionales con el desarrollo, implementación, mantenimiento y mejora continua de los sistemas de monitoreo radiológico ambiental. El informe se complementará con materiales de aprendizaje electrónico sobre directrices y mejores prácticas sobre muestreo de suelo y vegetación, incluido el muestreo de agua dulce y sedimentos, actualmente en desarrollo por el OIEA, remarcó Iurian.