Entrevista a la Dra. Carolina Ahnert: «no se puede prescindir del sector nuclear»

Carolina Ahnert es Doctora en Ciencias Físicas por la Universidad Complutense de Madrid, Especializada en el diseño de Reactores Nucleares de Fisión y Diplomada en Ingeniería Nuclear. Coautora del sistema SEANAP, es delegada en el Comité de Ciencia Nuclear del OCDE y consultora del NEA y el OIEA.  La revista Flash Nuclear del Foro Nuclear entrevistó a la especialista que mira con optimismo el futuro del sector.

En un momento para el sector nuclear «de incertidumbre», Carolina Ahnert transmite este positivo mensaje: «El nuclear sigue siendo un sector muy activo. Seguimos estando muy ilusionados y con mucho empuje a pesar de las dificultades que podamos tener, defendiendo siempre la operación segura de las centrales y demostrando las ventajas que tiene la energía nuclear. Una defensa, la de la energía nuclear, que se suma desde su punto de vista a la necesidad de impulsar las carreras científicas entre los jóvenes y que estén más reconocidas y mejor remuneradas.

¿Qué supuso ser la primera mujer catedrática de ingeniería nuclear?
Ha sido una experiencia estupenda porque me ha dado muchas satisfacciones. También es verdad que me ha costado más tiempo que a otros compañeros que empezaron en la misma época que yo. Digamos que he tenido una carrera un poquito más ralentizada que mis compañeros hombres, al compatibilizarla con una familia. Ser catedrática es un trabajo muy gratificante porque ves el resultado enseguida. Descubres la motivación de los estudiantes, que les gusta la materia, etc. Así, en la pasada reunión anual de la Sociedad Nuclear Española, me encontré con muchos alumnos míos que están trabajando en empresas del sector y varios me dijeron: ‘Carolina, yo estoy aquí por ti’. Eso es algo muy bonito y que satisface.

Su interés por impulsar la presencia femenina en el sector y darle visibilidad se refleja al pertenecer al comité ejecutivo de Woman in Nuclear Global. ¿Siguen siendo necesarias este tipo de organizaciones?
El hecho de que aparezcan mujeres válidas y con conocimientos en determinados niveles creo que es un aspecto importante porque da visibilidad a la mujer. Sirve como referencia a las que vienen detrás. Ahora que se habla mucho de los role model considero que es muy bueno, en particular para las chicas que quieran estudiar una carrera técnica, tener algunas referencias. Sigue siendo importante ver cómo hay otras mujeres que han llegado antes y que se puede conseguir.

Sobre Women in Nuclear en concreto, la verdad es que sigue creciendo el número de socias a nivel mundial y en España también. Esta organización funciona como una red de contactos y de colaboración muy beneficiosa. Pertenecer a ella es una experiencia multinacional y multirracial muy interesante. En las reuniones anuales que organizamos asiste gente de distintas disciplinas nucleares y de todos los países que utilizan la energía nuclear; pero no sólo los que tienen centrales, sino también aquellos que utilizan otras aplicaciones nucleares como las sanitarias, técnicas que están muy extendidas a nivel mundial.

¿Nos confirma que la próxima reunión WIN Global será en España?
Así es. En junio de 2019 organizamos la reunión WiN Global en Madrid. El año pasado fue en Argentina, el anterior en China. Se va moviendo de país y de continente. Este año tocaba Europa; se eligió Madrid y está teniendo mucha aceptación. En España somos 171 socias, y en el mundo 35.000 procedentes de 119 países. Woman in Nuclear Global comenzó hace 25 años y, a día de hoy, se siguen incorporando países. El más reciente ha sido Cuba. Además de WiN Global existe también WiN Europe, WiN USA y recientemente se ha incorporado WiN África.

Por su experiencia en la universidad, ¿la energía nuclear sigue interesando a los estudiantes?
Tenemos la experiencia de que los mejores alumnos en ingeniería energética seleccionaban estudiar tecnología nuclear porque era la opción que consideraban más avanzada, la que requería una formación más cualificada. Pero la verdad es que en los últimos años ha bajado el número de alumnos con interés en estos temas más que nada por las noticias que ven a diario donde se refleja que la situación es incierta. En España en particular estamos en un momento crítico donde los políticos van a tener que tomar decisiones sobre cuál será nuestro futuro mix energético. Cuando eso se aclare y se vea que la energía nuclear sigue siendo necesaria por las características propias de esta tecnología -disponibilidad 24 horas, alta capacidad, precio estable, no emisión de CO2- surgirá más interés.

Actualmente tenemos siete centrales nucleares operando de forma segura y, si el Consejo de Seguridad Nuclear autoriza su funcionamiento, sería una barbaridad perder ese activo, unido a todo el sector de empresas vinculadas a la operación de las centrales, y que trabaja y exporta tecnología a muchos otros países. Como esto decaiga es una pérdida de un activo muy importante. Yo espero que esto se aclare y que volvamos a tiempos mejores. Eso ayudará a que los estudiantes escojan de nuevo materias relacionadas con la ingeniería nuclear.

¿Cómo es su día a día en la universidad?
En la universidad tenemos como horarios fijos las horas lectivas de las materias que impartimos. Junto a ello, preparamos las clases, atendemos las dudas de los alumnos, orientamos y supervisamos los trabajos fin de grado, de fin de máster o de tesis doctorales, publicamos artículos, asistimos a congresos o participamos en proyectos de investigación. En este caso los profesores nos tenemos que involucrar especialmente porque la universidad se abastece en buena parte de recursos procedentes de proyectos de investigación. Así, a lo largo de mi carrera he participado en cinco proyectos europeos de investigación donde he contado con la participación de otros profesores más jóvenes, con alumnos de doctorado… Eso lleva mucho trabajo, pero estoy muy satisfecha de haberlo hecho con éxito. Es un trabajo en que se mezcla la investigación y la docencia que están muy relacionadas y que se retroalimentan entre sí. Lo que aprendes con la investigación se lo puedes contar después a tus alumnos. Por otro lado, el impartir clases te obliga a prepararlas y a estar muy al día en los temas, de lo cual se beneficia la investigación.

Es especialista también en los distintos tipos de reactores nucleares. ¿Nos podría explicar cuáles se construyen actualmente?
Las empresas diseñadoras de centrales nucleares han seguido trabajando y evolucionando en mejoras de los diseños, fundamentalmente en el área de introducir sistemas pasivos, donde los sistemas de seguridad responden según las leyes naturales de la física, es decir, por gravedad, por circulación natural, por diferencias de presiones, eliminando así posibles incidentes. Me estoy refiriendo a reactores como el AP1000, diseño Westinghouse, o el EPR, de Framatome. Ambos modelos de la llamada generación III+ han iniciado la operación de su primera unidad recientemente en China.

¿Qué ocurre en la actualidad? Que de las centrales nucleares que se están construyendo en el mundo, que ahora son 54, dos tercios se construyen en Asia, es decir, en países muy consumidores de electricidad porque se están desarrollando aceleradamente y precisan de esta energía. Junto a ello tenemos el ejemplo de Emiratos Árabes Unidos, que construye actualmente cuatro unidades; la central en construcción de Flamanville 3 en Francia; Olkiluoto 3 en Finlandia o los planes de construcción de nuevos reactores en Estados Unidos, entre otros países. Por otro lado, más a futuro, se encuentra la generación IV y los Small Modular Reactors (SMRs). A los reactores de generación IV se les pide, además, que tengan capacidad de desalar agua de mar, o de producir hidrógeno para su utilización como vector energético. Hay seis tecnologías distintas y, aunque es muy difícil que se lleguen a desarrollar todas, alguna lo logrará. Por su parte, los SMRs son reactores pequeños, de poca potencia (unos 300 MWe), que son interesantes para zonas con redes eléctricas que no necesitan una alta capacidad. Su construcción es más rápida porque son más sencillos y, en este caso, hay mucha experiencia acumulada porque tienen similitudes con los reactores que propulsan los submarinos desde hace años.

¿Cree que habrá reactores de fusión comerciales? ¿Se atreve a dar una fecha?
La fusión es una tecnología compleja y tardará varias décadas hasta que esté disponible. Hemos superado la fase de la viabilidad científica. Está demostrado que se puede producir la fusión mediante confinamiento magnético o inercial. Es decir, con campos magnéticos o con láseres muy potentes. Ahora estamos viendo la viabilidad tecnológica. Ahí intervienen temas técnicos de materiales, de seguridad, de licenciamiento… Dentro de esas dos líneas de investigación tenemos en el magnético la instalación ITER, que se está construyendo en Francia con participación internacional y europea, ahí está también España, y en el confinamiento inercial con láser está la instalación NIF, en Estados Unidos. Es verdad que se va avanzando, aunque todo depende de la inversión que se haga para que se avance más o menos rápido.

¿Qué siente al ser parte de la industria nuclear?
El nuclear sigue siendo un sector muy activo. Seguimos estando muy ilusionados y con mucho empuje a pesar de las dificultades y defendemos la operación segura de las centrales. Implantamos lo que llamamos la ‘cultura de seguridad’ en todos los procesos, introduciendo innovación siempre que es necesario en las plantas españolas.

Estamos viendo lo que está pasando en países como Alemania, donde tras la reducción de la potencia nuclear el precio de la electricidad ha subido y las emisiones también se han incrementado porque no han tenido más remedio que volver a quemar carbón. A todos nos gustan las renovables, el sol, el viento… pero hay que ser realistas: las renovables nunca van a poder ser una energía de base. No van a estar disponibles las 24 horas, ni todos los días porque dependen de la climatología y, además, no está desarrollada aún la capacidad de almacenamiento de energía eléctrica de alta potencia.

Ante un cierre nuclear habría, por tanto, que quemar gas y, aunque bastante menos que el carbón, también emite CO2. Es, por tanto, fundamental para una red eléctrica tener una energía de base estable como la nuclear, que además no emite CO2. Con todo el rigor técnico y científico que nos caracteriza, unido al hecho de trabajar bien y de ser realistas, tenemos que seguir demostrando las ventajas que tiene la nuclear frente a otras.

¿Qué le gustaría añadir?
Por un lado me gustaría animar a que más mujeres tengan interés por materias técnicas. En la Escuela de Ingenieros Navales mi experiencia, desde que entré hasta ahora, es que el número de chicas en los últimos cursos ronda el 20%. Por otro lado, las ingenierías requieren un esfuerzo mayor que otros estudios y considero que no están valoradas social ni retributivamente como lo que les correspondería. No aumentan los estudiantes que eligen las ingenierías porque, en ocasiones, prefieren estudios de economía o derecho. Desde estas líneas quiero revindicar y potenciar que el tema científico y técnico es básico para una nación porque, si no, te conviertes en un país únicamente de servicios. Es fundamental contar con una población joven con estudios en ingeniería y si, además muchas de ellas son chicas, ¡estupendo!