La docente del Balseiro Dra. Karen Hallberg expuso como invitada en la Banca De La Mujer del Senado de la Nación
En el contexto del Día Internacional de la Mujer, la Comisión de la Banca de la Mujer del Senado de la Nación Argentina invitó a hablar de forma pública a mujeres protagonistas de distintos ámbitos. Karen Hallberg, egresada y docente del Balseiro, fue una de las invitadas.
El Senado de la Nación se sumó mediante la Banca de la Mujer a la iniciativa “Nosotras Movemos el Mundo” de los Ministerios de las Mujeres, Géneros y Diversidad y de Cultura. Por ello reconoció a mujeres protagonistas del ámbito social, cultural, económico, científico y político de Argentina. Karen Hallberg, egresada y docente del Instituto Balseiro, fue una de las participantes.
El encuentro virtual tuvo objetivo de revalorizar el rol de las mujeres en la sociedad y reivindicar el respeto a la diversidad. “Es un gran honor haber sido invitada a participar de este importante evento y agradezco a la Comisión de la Banca de la Mujer el haber generado este espacio de diálogo”, comenzó su discurso la científica. Hallberg fue invitada por la Senadora Silvina García Larraburu a este evento, en el que participaron mujeres de distintas provincias.
En su discurso, Hallberg planteó que si bien se ha avanzado en varios aspectos relacionados con las políticas públicas de equidad de género, queda mucho por hacer. “En particular quiero hacer hincapié en la discriminación que enfrentamos desde muy pequeñas en la valoración por parte de la sociedad de nuestras capacidades intelectuales y en las barreras que se nos interponen si seguimos carreras científico-tecnológicas. Esto redunda en un bajísimo porcentaje de mujeres en ciencia, en particular, en física, matemática, astronomía, geología, computación, ingenierías y tecnología, entre otras”, destacó.
La física, que es investigadora principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) en el Centro Atómico Bariloche, brindó varios datos sobre el contexto actual de mujeres en la ciencia. Por ejemplo, que en un informe de 2019 realizado por la UNESCO se informa que menos del 30% de investigadores en la ciencia son mujeres. “Esto incluye todas las ciencias, ciencias naturales, exactas y sociales. Si consideramos solamente las ciencias naturales y exactas, esta proporción es mucho menor, ya que la proporción de mujeres en ciencias sociales supera con creces a los otros campos”, expresó.
Con respecto a los premios Nobel otorgados en las áreas científicas, incluyendo Economía, Hallberg remarcó que hasta la fecha solo se otorgó a 25 mujeres entre 683 hombres. Y que si se incluyen todas las áreas, el Nobel fue otorgado solo a 57 mujeres y a 877 hombres. “En Matemática, la medalla Fields fue otorgada a una sola mujer, Maryam Mirzakhani, entre 60 premiados. Esto es realmente sorprendente y muestra que, como sociedad, evidentemente nos enfrentamos a un problema que debemos abordar en su conjunto”, dijo la investigadora, que fue una de las cinco científicas laureadas en el mundo por el Premio L’Oréal-UNESCO “Por las Mujeres en la Ciencia” de 2019.
La física, que en su trabajo cotidiano desarrolla técnicas computacionales de avanzada para el estudio de la física de la materia cuántica, dijo que esos números empeoran para etapas posteriores de las carreras científicas y tecnológicas. “Las mujeres no son solo una minoría, sino que están lejos de ser protagonistas en la toma de decisiones. Los hombres continúan dominando el campo”.
Hallberg, nacida en Rosario, criada en Jujuy y que vive desde 1984 en Bariloche, también hizo un repaso por el despertar de su vocación científica cuando era una niña y cómo fueron las reacciones en su entorno cuando decidió estudiar física y luego mudarse a Bariloche para estudiar en el Instituto Balseiro. Destacó asimismo la importancia de que sus padres les hayan ayudado a ella y sus hermanas desde pequeñas “a desarrollar la confianza en nosotras mismos y la autoestima y a hacer preguntas, a tener curiosidad”.
“Me acuerdo que mi primera sensación de injusticia fue cuando mi madre me dijo cuando yo todavía era una niña, que le habría gustado estudiar medicina pero su padre, mi abuelo, pensó que no era una carrera apropiada para una mujer. Sin embargo, fue mi propio abuelo, ingeniero, quien me incentivó a estudiar una carrera científico-tecnológica más adelante. Por suerte los tiempos van cambiando, lento, pero inexorablemente”, recordó.
Hallberg también llamó a reflexionar sobre los sesgos –o estereotipos–que aún enfrentan las mujeres, y en particular en la ciencia. Mencionó como ejemplo el mito falso de cerebros “femeninos”, preparados para la empatía e intuición, o “masculinos”, predispuestos para la razón y la acción. “Esto ha sido denominado neurosexismo por Gina Rippon en su libro ‘El cerebro con género`, donde afirma que, en cuanto a género, ‘solo una sociedad sesgada producirá una mente sesgada’. Sin embargo, no son solo las mujeres que tienen baja participación en ciencia: todavía existen grandes sectores de nuestra sociedad que quedan totalmente afuera”, planteó.
Hallberg puso énfasis durante su discurso virtual que “a la importancia fundamental de asegurar un acceso equitativo de las mujeres a la actividad científico-tecnológica se suma la necesidad de asegurar la igualdad de incentivos y de oportunidades a todas las personas, con especial atención a los sectores más desaventajados”.
“La diversidad y la inclusión incorporan diferentes perspectivas, objetivos, y necesidades, que son fundamentales para que la ciencia y la tecnología aporten al desarrollo del país. En resumen, no hay razón alguna para que no haya una participación equitativa de mujeres y hombres en la ciencia y la tecnología, en todos los campos”, planteó.
Hallberg opinó que la brecha existente es una señal de que hay serios problemas en la sociedad. Y llamó a implementar políticas desde distintas instituciones para no desperdiciar talentos. En la niñez, esto incluye “prestar atención a una educación igualitaria de niñas y niños, enseñarles a pensar, a razonar, a disfrutar de la matemática y a generar autoestima y confianza desde muy pequeños, especialmente a las niñas”.
En sus palabras de cierre, e inspirándose en el lema del premio L`Oréal-UNESCO, dijo que Argentina necesita ciencia y que la ciencia necesita a las mujeres. “El impulsar políticas para atraer a más mujeres a la ciencia es, principalmente, una cuestión de justicia, de no discriminación y de igualdad de oportunidades. El desafío está en manos de todos nosotros, de toda la sociedad”.