Michael Shellenberger: «Me di cuenta de que la energía nuclear no era lo que pensaba»

Considerado «Héroe del medio ambiente», el fundador de Environmental Progress ofreció una conferencia en Madrid. En norteamericano sostiene que únicamente «la energía nuclear puede sacar a los humanos de la pobreza y evitar el calentamiento global».

A continuación publicamos la entrevista que le realizó el Foro Nuclear, organizador del encuentro.

¿Por qué cree que la nuclear es necesaria para reducir el calentamiento global?
Solo la energía nuclear puede sacar a todos los humanos de la pobreza y, a la vez, evitar unos niveles peligrosos de calentamiento global. Solo hay que fijarse en Francia y Suecia. En los años setenta y ochenta construyeron el número suficiente de centrales nucleares para conseguir las metas climáticas del Green New Deal. Ahora, fijémonos en Alemania. En 2025, habrá gastado 580 000 millones de dólares en energías renovables e infraestructuras, a la vez que cierra sus centrales nucleares. Todo lo que habrá conseguido Alemania en su «transición energética» es aumentar en un 50 % los precios de la electricidad y tener un suministro con diez veces más emisiones de carbono que Francia.

¿Qué le llevó a creer que la tecnología nuclear es parte de la solución?
Tres hechos cambiaron mi forma de pensar. En primer lugar, Stewart Brand, un famoso fundador del ecologismo de Estados Unidos se declaró pro nuclear en 2005. Esto me impactó y me hizo replanteármelo todo. En segundo lugar, unos años más tarde me di cuenta de que no podíamos suministrar suficiente energía para el mundo solo con energía solar y eólica, al tratarse de fuentes poco fiables y que encarecen la electricidad, lo cual supone una fuerte regresión y hace más daño directo e indirecto a los pobres que a los ricos. Por último, leí los informes de las Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud sobre Chernobyl y quedé en shock al descubrir el reducido número de personas que murieron. Me di cuenta de que la energía nuclear no era lo que pensaba. Después de un tiempo empecé a preguntarme por qué necesitábamos más renovables si había países como Francia que podían funcionar completamente con energía nuclear.

¿Piensa que el tabú nuclear daña el medio ambiente?
Michal ShellenbergerSí. Todos los estudios realizados en los últimos cuarenta años demuestran que la energía nuclear es la manera más segura para generar electricidad. El motivo es sencillo: las centrales nucleares no producen humo, lo cual causa la muerte prematura de siete millones de personas al año según la Organización Mundial de la Salud. Cuando se utiliza energía nuclear en lugar de biomasa o carbón se salvan vidas. El climatólogo James Hansen descubrió que la nuclear ha salvado 1,8 millones de vidas hasta la fecha al evitar el uso de combustibles fósiles.

¿Cree que sus mensajes convencen?
Sí. El movimiento pro nuclear crece rápidamente. En tan solo tres años Environmental Progress ha ayudado a salvar centrales nucleares en Estados Unidos (Illinois, Nueva York, Connecticut, Nueva Jersey), Francia, Corea del Sur y Taiwán. Ayudamos a organizar el Nuclear Pride Fest con su primera demostración pública en Múnich, el pasado octubre. Ahora estamos planificando dos nuevos Nuclear Pride Fest. El primero tendrá lugar en Bruselas, el 28 de abril, y el segundo en París, el 20 de octubre.

¿Está creciendo el número de ecologistas y otros grupos a favor de la energía nuclear?
Sí. Cada vez hay más votantes en Estados Unidos, Asia y Europa que apuestan por la energía nuclear en respuesta al aumento de los precios de la electricidad debido al uso de las renovables como paneles solares y aerogeneradores. Después de que una coalición de grupos de base se manifestara en Múnich para protestar contra el cierre de centrales nucleares, se produjo una oleada muy positiva de cobertura de los medios por toda Europa, lo cual inspiró a la mayoría de los votantes de los Países Bajos y al partido político en el poder en este país a declarar su apoyo a la construcción de nuevos reactores nucleares. Por otra parte, como consecuencia del aumento de apoyo público a la energía nuclear, el pasado noviembre la organización estadounidense Union of Concerned Scientists, que durante muchos años fue enemiga de la energía nuclear, dio marcha atrás a su oposición general a esta tecnología y declaró que las actuales centrales nucleares de Estados Unidos deben mantenerse operativas para proteger el clima. Otro ejemplo es cuando, en 2016, los gobiernos estatales de Illinois y Nueva York tomaron medidas para evitar el cierre de sus centrales nucleares.

¿Qué hace falta para que la opinión pública sea más favorable a esta tecnología?
La gente necesita conocer la verdad. Considero que hay que asumir una perspectiva más crítica de las tecnologías energéticas y también esforzarse para descubrir la verdad sobre la relación entre la energía y el medio ambiente.