Mirada argentina del plan nuclear emirato

La visión sobre la energía nuclear en Emiratos Árabes del ingeniero argentino Víctor Gillette que trabaja como profesor en la Universidad de Sharjah en la única carrera de EAU que otorga el ‘Bachellor in Sciences’ en Ingeniería Nuclear.

La primera planta de energía nuclear de Emiratos Árabes Unidos (EAU), denominada Bakarah, comenzará a operar este mes tras una serie de retrasos con el fin de cumplir con los más altos estándares internacionales de seguridad y calidad.

En ese contexto, el doctor en física argentino especializado en Ingeniería Nuclear y profesor de la Universidad de Sharjah Víctor Gillette explica cómo se está desarrollando en EAU esta especialidad energética pionera en la región. Según Gillette, al evaluar una fuente de energía debe considerarse todo el ciclo de esa fuente, incluyendo su producción, su operación y su disposición final. Y también cuánta energía generará durante toda su vida útil.

«Si buscas, por ejemplo en Google, ‘greenhouse gases per energy source’, o sea ‘gases de efecto invernadero por fuente de energía’, y vas a Wikipedia, verás que lo que se tiene en cuenta para valorar las distintas fuentes de energía es el “Life Cycle of CO2 equivalent”, que se mide en gramos de CO2 (dióxido de carbono) emitidos por cada kilowatio-hora de energía generada; ahí se ve que la energía nuclear tiene una contribución similar a la energía eólica en gases de efecto invernadero, las más bajas de todas las fuentes», asegura Gillette.

El físico destaca que para la nuclear la etapa de “decomisión”, es decir, el trabajo necesario para reestablecer el entorno similar a como estaba antes de que se instalara cada reactor, está incluido en las estimaciones, «cosa que no ocurre con otras fuentes, como por ejemplo la hidroeléctrica; y así se puede hablar de otras áreas donde la información que percibe el público está dirigida por intereses no del todo objetivos». «
Invito a los lectores a que hagan una búsqueda en Google, de ‘deaths per MWh’ (muertes por MWh) ¿Cuál es el número de muertes que se producen por cada megawatio hora de energía que se genera, discriminado según la fuente de energía? Una vez que se vea eso, seguiremos hablando de los cuestionamientos a la energía nuclear», subraya.

Gillette trabaja como profesor asociado en Sharjah desde hace más de seis años. En la Universidad de Sharjah está la única carrera dentro de EAU que otorga el título de ‘Bachellor in Sciences‘ en Ingeniería Nuclear. También en Abu Dhabi hay otros centros de enseñanza que otorgan títulos relacionados con la Ingeniería Nuclear.
La Universidad de Sharjah ya ha dejado 76 graduados de los que algunos están empleados en Nawah, una empresa vinculada a los reactores que se construyen en Barakah, a unas dos horas en auto de Abu Dhabi.

Una de las graduadas trabaja en ENEC (Emirates Nuclear Energy Corporation), la Corporación de Energía Nuclear de Emiratos, responsable del despliegue y de la propiedad de las plantas. Otros graduados en el mercado local se desarrollan en campos ajenos a la industria de la energía nuclear o continúan estudios de maestría. También hay varios graduados que están cursando sus maestrías o doctorados en el exterior, cuatro en Estados Unidos, tres en Suecia, dos en Barcelona y uno en Francia, Finlandia y Canadá.

Según datos de Red Eléctrica, las plantas nucleares generaron el 22% de los 249 GWh de electricidad total consumida en España en 2019. Esta experiencia española, afirma Gillette, ha sido fundamental a la hora de «establecer buenos vínculos con algunas de sus empresas, por lo que varios de nuestros alumnos han ido a realizar a España pasantías como parte de sus estudios de grado en empresas como Tecnatom -que también trabaja para el proyecto de Barakah-, ENUSA y ENSA». Otros estudiantes hicieron pasantías en la Universidad de Cataluña y todos ellos han regresado muy satisfechos de su experiencia profesional y social. Gillette también destaca que otros dos graduados consiguieron becas que les permiten realizar su maestría en Barcelona.

Solo en la Universidad de Sharjah más de 100 estudiantes han elegido durante este curso la carrera de Ingeniería Nuclear. El Diploma de ‘Bachellor’ se logra normalmente tras cuatro años de estudios. Los dos primeros años tienen mucho en común con otras carreras de ingeniería, y en los dos años restantes se toman más cursos de la especialidad. Más de la mitad de los estudiantes son mujeres, y poco menos de la mitad de los alumnos son locales. Se gradúan unos diez estudiantes cada año.

Hasta que las tecnologías de almacenamiento permitan el 100% de electricidad renovable, Gillette considera que «la energía nuclear debe seguir siendo una importante fuente de suministro», por lo que afirma que «los reactores que se construyeron en Barakah en el desierto de Abu Dhabi jugarán un papel fundamental en el país en los próximos años».

La primera fase del proyecto de Barakah consiste en cuatro reactores que generarán cada uno 1.400 MW eléctricos de potencia, lo que equivale al 25% de lo que EAU consumirá hacia 2025. Para hacerse una idea, cada reactor de Barakah alcanza para abastecer alrededor de un millón de hogares típicos de Estados Unidos, que son los que consumen más energía del mundo.  Los reactores de Barakah fueron contratados a Corea y su construcción, según Gillette, «ha sido un modelo de transparencia para los organismos internacionales, de modo que cuenta con la aprobación de numerosos evaluadores que han supervisado el proyecto». A uno de los reactores ya se le ha comenzado a instalar el combustible y los otros tres están próximos a culminar su construcción.

Gillette señala que «existe mucha desinformación que afecta al público en general, cualquier persona menciona Chernobyl o Fukushima y ya parece que está todo dicho». «Hay muchas cosas por decir de la energía nuclear, por ejemplo, ¿sabías que es de la más ‘eco-friendly’, es decir la más verde en la actualidad? Lo que pasa, y muchas veces confunde, es que la gente sólo recibe una mirada parcial de la información, la sociedad ve un panel solar y escucha ‘esto no genera nada de polución ni gases de efecto invernadero’, y no le mienten, pero le están ocultando parte de la verdad», concluye el doctor en Física argentino.

Fuente: Amelia Cruzado para El Correo del Golfo /