Tecnonuclear: producción, investigación e innovación para la medicina nuclear

Por María Julia Echeverría. En U-238 11 Mayo 14

Desde hace más de veinte años, la empresa Tecnonuclear se ocupa de producir radiofármacos y generadores para diagnóstico, con los cuales abastece al mercado de la medicina nuclear local y latinoamericano. También destina parte importante de sus esfuerzos al desarrollo de nuevos productos.

Gracias a su paso por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), un grupo de profesionales y técnicos se asociaron para crear Tecnonuclear. Hoy, con más de veinte años de trabajo y experiencia, la firma se ha consolidado como líder en el mercado local y también en Latinoamérica, en materia de producción de radiofármacos y generadores de molibdeno-99/tecnecio-99m (99Mo/99mTc).

Actualmente, se producen en la empresa diversos productos que se utilizan en estudios diagnósticos y en tratamientos terapéuticos, con alta seguridad y eficiencia dentro de los marcos de control establecidos por la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) y la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología (ANMAT).

Sobre los orígenes de Tecnonuclear, Ernesto Furnari, su director, recordó: “Comenzamos en 1991 siendo una empresa de productos terminados. Fuimos representantes de la Comisión Atómica Francesa por 6 años y, con el correr del tiempo, nos fuimos planteando la posibilidad de dedicarnos a producir productos para la medicina nuclear. Así, montamos una pequeña planta y comenzamos a fabricar los primeros generadores de molibdeno/tecnecio en el año 93 y, posteriormente, todos los kits fríos para la marcación con tecnecio 99. Poco a poco, nos fuimos independizando de la Comisión Atómica Francesa, y nos convertimos en un laboratorio en 2001”.

Por aquellos años, se dio un quiebre fundamental en la regulación argentina: la ANMAT comenzó a considerar a los radiofármacos como un medicamento. “Esto implicó una adaptación de la planta, la adquisición de normas para la producción de medicamentos, áreas estériles y otros requisitos que exige esta industria. No sólo habilitamos nuestras instalaciones para trabajar con material radiactivo sino que, además, para la elaboración de inyectables”, explicó Furnari.

Todas estas adaptaciones, terminaron, finalmente, en la obtención del certificado de Buenas Prácticas Farmacéuticas, según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud en 2003 (Decreto ANMAT 2819/04).

El desafío de abastecer al mercado local y latinoamericano

De acuerdo con su director, Tecnonuclear ha apostado, desde sus inicios, a la producción nacional de todos los radiofármacos que se utilizan en el país. “Nuestra instalación —comentó Furnari— consiste en una parte fría, donde fabricamos el producto que se mezcla con tecnecio 99, el trazador radiactivo que se utiliza siempre para estos estudios diagnósticos. De acuerdo con qué se lo mezcle, resulta el órgano que se va a estudiar. Por ejemplo, si hay que hacer un centellograma óseo, el producto que nosotros fabricamos es el Bone-Tec inyectable para mezclar con tecnecio 99. Si lo que se quiere es estudiar es el corazón, se utiliza un producto llamado Myocardium-Tec, que se mezcla con tecnecio 99. Nosotros fabricamos tanto el trazador como todos los kits fríos para los distintos estudios”.

Furnari agregó, además, que Tecnonuclear posee un acuerdo con la CNEA para comprar la materia prima para sus generadores. “A su vez, también tenemos otro acuerdo mediante el cual la CNEA se encarga del fraccionamiento de producto final de yodo 131, sea en solución o en cápsulas”, añadió.

Actualmente, trabajan en la empresa unos 50 empleados, de los cuales un porcentaje importante desarrolla sus actividades en la planta de producción en Saavedra. “Tenemos también un anexo en Escobar, en el Centro de Imágenes Moleculares que está instalado en el Centro de Rehabilitación de FLENI Sede Escobar. Ahí se instaló un ciclotrón y nos encargamos de la producción de todos los productos que son utilizados en estudios PET (Tomografía por Emisión de Positrones), la última generación en radiofármacos”, amplió Furnari.

Por otra parte, la empresa es representante de una firma australiana-norteamericana que fabrica unas microesferas de Ytrio-90 que se utilizan para el tratamiento de metástasis hepáticas. “Esto lo hemos lanzado hace un año y los tratamientos se están haciendo en el Hospital Italiano y el Hospital Austral. Somos el único país de Latinoamérica que actualmente realiza esta terapia de vanguardia que da excelentes resultados”, aseguró Furnari.

La lista de clientes de Tecnonuclear es extensa. Sólo en el país, sus productos llegan a un total de 250 instituciones de salud autorizadas por la ARN a manejar material radioactivo. Entre ellos, se destacan la Fundación Favaloro, el FLENI, el Hospital Italiano, el Hospital Austral, el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires, el Sanatorio Otamendi, entre otros hospitales de la Ciudad de Buenos Aires, provincia de Buenos Aires y del interior del país.

“Además —agregó el director de la empresa— somos líderes en exportación en el ámbito de Latinoamérica. Exportamos a Chile, Uruguay, Paraguay, Venezuela, Perú, República Dominicana, Panamá, Canadá, Guatemala y Ecuador. Desde 1995 venimos apostando a la exportación y, realmente, estamos muy bien posicionados”.

La innovación como premisa fundamental

En Tecnonuclear son absolutamente conscientes de que el futuro de la empresa está íntimamente unido a las necesidades de la medicina nuclear, y por eso poseen una estructura de investigación y desarrollo que trabaja sobre la base de la generación de nuevos agentes para el diagnóstico y la terapia con radioisótopos.

Actualmente, un grupo de 10 personas se dedica a la investigación dentro de la empresa. “Para nosotros —explicó Furnari— la investigación cumple un rol principal, ya que la medicina nuclear es una actividad muy dinámica que necesita constantemente de nuevos radiofármacos para distintos estudios. Podemos tener un muy buen producto funcionando hoy, pero en unos años se lo reemplaza por otros superiores. La investigación es la clave de nuestro trabajo y, por eso, es constante en nuestra empresa”.

La carrera contra el tiempo

La producción en Tecnonuclear está perfectamente planificada en forma semanal. “El día lunes, ya sabemos qué cantidad de generadores tenemos que fabricar durante la semana. Puede haber algunos ajustes, principalmente dentro del mercado local, pero las exportaciones ya están cerradas”, comentó Furnari.

“Hacemos dos producciones semanales: una, los miércoles y otra, los viernes. Los viernes, en realidad, se realiza la producción de la mayoría de los generadores, que van precalibrados para el lunes siguiente, y tenemos esos dos o tres días para llegar a todo el país. Algunos generadores se distribuyen ese mismo viernes en la Ciudad de Buenos Aires y aledaños. Y el resto se despacha para que los médicos nucleares puedan tenerlos disponibles el día lunes bien temprano. A su vez, ese mismo viernes se despachan también las exportaciones”.

El motivo de la rapidez de la logística es que la efectividad de los generadores va decayendo diariamente. El periodo de desintegración del molibdeno es de aproximadamente tres días. Luego de ese tiempo, ya se tiene la mitad de la actividad y, a los 15 días, el producto caduca por completo.

Para poder cumplir con la entrega a “contrarreloj”, Tecnonuclear cuenta con vehículos propios para realizar el traslado en Capital Federal y en un radio de 60 kilómetros, lo que incluye las localidades de Luján y La Plata. También entregan en la ciudad de Rosario, pero en el resto del país se manejan con empresas aprobadas para transportar cargas radiactivas, vía terrestre o vía jet pack por Aerolíneas Argentinas.

Con las exportaciones, en cambio, no quedan muchas opciones: la logística debe hacerse sí o sí en avión. En cada uno de los países a los que exportan, la compañía posee distribuidores y representantes que se encargan de realizar todos los trámites y la documentación necesarios. En este proceso, también interviene la ARN, ya que todos los distribuidores en el exterior deben tener permiso para transportar material radiactivo.

“La logística en estos productos es algo muy importante. Es el final de todo un trabajo, que arranca con la parte comercial, la producción y el control de calidad. Pero si no hay una buena logística, el trabajo es incompleto”, consideró Furnari.

Para terminar, el director de la empresa destaca la calidad del grupo humano que trabaja en Tecnonuclear: “La mayoría son jóvenes profesionales, que se han desarrollado y siguen haciéndolo dentro de la empresa, la cual incentiva que estudien y se capaciten para mejorar día a día. La juventud es clave en esta organización. Pero para nosotros no sólo es importante el desarrollo, la investigación, la venta en sí, que es lo que persigue cualquier empresa, sino también recordar quiénes son los usuarios finales de nuestros productos: son pacientes, seres humanos, y en cada uno de los pedidos de nuestros clientes debemos imponer el respeto y la seriedad que este dato merece”, concluyó.

Nueva planta de producción

En unos 5 meses, Tecnonuclear pondrá en funcionamiento su nueva planta de producción. Ubicada en el barrio de Saavedra, tendrá una superficie de 700 metros cuadrados y equipamiento de última generación, lo que demandó una inversión total de 5 millones de dólares. “Con la nueva planta, duplicaremos la producción y vamos a poder exportar más. Hoy, realmente, estamos limitados en las exportaciones y no podemos tomar más compromisos. Apostamos a vender al mercado europeo”, aseguró Ernesto Furnari, director de la empresa.