La Autoridad de Regulación Nuclear de Japón (NRA) informó que reforzará sus métodos de inspección de centrales nucleares, incorporando revisiones sorpresa. Estas nuevas medidas se incorporan a partir de las recomendaciones del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Bajo el reglamento actual, el organismo realiza inspecciones una vez por trimestre durante un período de dos semanas y necesita el consentimiento de las propietarias de las plantas para acceder a las instalaciones.
Con el nuevo reglamento, que se estima que entrará en vigor en 2020, las inspecciones tendrán mayor regularidad y se podrán llevar a cabo “in situ” sin necesidad de avisar previamente y sin que ello suponga el veto a su entrada al recinto.
Las nuevas normas permitirán a los inspectores decidir qué procedimientos y operaciones evaluarán en el momento de la visita (hasta ahora, era necesario que facilitaran a las propietarias una lista con las comprobaciones que se llevarían a cabo).
Además, tendrán la facultad de emitir órdenes para que las operadoras mejoren los procedimientos de inmediato, en el caso de encontrar alguno que no brinde una respuesta suficientemente buena.
De acuerdo con el presidente de la NRA, Shunichi Tanaka, uno de los principales objetivos del nuevo régimen de inspecciones es mantener la seguridad para prevenir un accidente, y expuso que la NRA quiere “esforzarse todo lo posible”.