El Subsecretario de Energía Nuclear del Ministerio de Energía y Minería de la Nación, Licenciado Julián Gadano, anunció que “es inminente la puesta en marcha de la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP)”, que se encuentra inactiva desde junio de 2015.
El anuncio fue realizado durante una visita del subsecretario a las instalaciones de la planta ubicada en Arroyito, Neuquén. En esa oportunidad, Gadano aseguró que “el Ministerio de Energía y Minería se planteó como objetivo prioritario la elaboración de un plan para la reapertura y el funcionamiento sustentable de la planta”.
“Al asumir –agregó el funcionario- nos encontramos con un importante activo tecnológico, cuya producción es necesaria para el sistema nuclear, que no estaba funcionando y con más de 400 empleados inactivos.”
Luego de un pormenorizado estudio de las necesidades de stock de agua pesada para el resto de la vida útil de cada una de las centrales nucleares, se pudo establecer el horizonte de producción para la reposición del insumo en el sistema de generación de energía eléctrica de origen nuclear.
Gracias a este estudio, y a la decisión estratégica del Gobierno Nacional de construir una nueva central nuclear del tipo CANDU en el predio de Atucha, la PIAP tiene asegurados 18 años de producción de agua pesada.
De esta manera, se tomó la decisión de capitalizar la empresa con 816 millones de pesos provenientes de su presupuesto, con el objetivo prioritario de poner nuevamente en marcha la planta. Los primeros dos tramos de ese aporte ya se materializaron con 270 millones de pesos. Se estima que luego de este aporte inicial, la planta comenzará a funcionar gracias a la generación de sus propios recursos legítimos.
La perspectiva de trabajo para los próximos meses -en principio hasta mayo- es la producción de un stock destinado a la empresa operadora Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA) de entre 30 y 50 toneladas, más otra cuota adicional que aún no está cuantificada.