El Gobierno de Japón planea usar fondos estatales para financiar actividades de limpieza en las áreas de evacuación más contaminadas aledañas a la Central Nuclear Fukushima. Las tareas incluirán la retirada de edificios, la sustitución de suelos y el pavimentado de caminos.
De esta manera, se implementaría el primer plan de descontaminación gubernamental en las «zonas de difícil retorno» que aún muestran altos niveles de radiación, lo que podría demandar un monto superior a los 2,5 billones de yenes (25.000 millones de dólares).
La Administración nipona tiene previsto realizar trabajos de limpieza en unos 337 kilómetros cuadrados, incluyendo el pueblo de Okuma, donde se ubica la accidentada planta, y otros municipios cercanos.
Dentro de este plan, la empresa propietaria de la central, Tokyo Electric Power (TEPCO) sólo se haría cargo de los costos de limpieza de las instalaciones e infraestructuras existentes que continuarán utilizándose en los núcleos reconstruidos.
A raíz del accidente –ocurrido en marzo de 2011 por un terremoto y posterior tsunami- el Gobierno japonés emitió órdenes de evacuación en once localidades cercanas a la Central Nuclear Fukishima Daiichi.
Estas órdenes se han ido levantando progresivamente a medida que avanzan las labores de descontaminación, lo que se espera que concluya para las zonas con niveles relativamente bajos de radiación para finales de marzo de 2017. En cuando a las «zonas de difícil retorno», la Administración nipona espera levantar las órdenes en un plazo de cinco años.