En un acto encabezado por el presidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Osvaldo Calzetta, se puso en marcha nuevamente el reactor experimental RA-4, ubicado en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Rosario y propiedad de la CNEA.
Tras reacondicionar la sala de control, la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) otorgó la autorización para operar nuevamente la instalación con un plantel del equipo de operación del RA-1, al mismo tiempo que autorizó las licencias individuales del plantel de operaciones del reactor rosarino.
El RA-4 es un reactor nuclear térmico con núcleo sólido homogéneo, de potencia máxima 1W, de los denominados «de potencia cero». Esto significa que trabaja normalmente a potencias muy bajas. Esta característica hace que no necesite sistema de refrigeración, pues el calor producido en el núcleo es relativamente bajo.
En la Universidad Nacional de Rosario -al igual que en la de Córdoba, donde se ubica el RA-0- esta instalación se utiliza para la formación en física nuclear. Dentro del ámbito académico, también se la usa para la investigación, instrucción, entrenamiento de operadores de reactores, y para estudiar sistemas para experimentos nucleares y de reactores.
Además del presidente de la CNEA, Osvaldo Calzetta, estuvieron presentes el Gerente General del organismo, Enrique Cinat; el Rector de la Universidad Nacional de Rosario, Héctor Floriani y la Decana de la Facultad de Ingeniería, María Teresa Garibay.
También asistieron el Gerente de Energía Nuclear de la CNEA, Carlos Gho; el Director del IENRI, Oscar Peire; y Luciano Vicario, futuro Jefe del RA-4, entre otros especialistas involucrados en las próximas actividades que la Universidad de Rosario encarará a partir del relanzamiento del reactor.
Breve historia del RA-4
En 1969, la CNEA donó a la Universidad Nacional de Rosario el Reactor Nuclear Siemens SUR 100. El reactor llegó desde Alemania en julio de 1971 y en septiembre se puso en marcha en el Centro Atómico Constituyentes, comenzando así el entrenamiento del personal de la Universidad Nacional de Rosario.
El reactor fue trasladado a su emplazamiento definitivo en octubre de 1972 y desde entonces opera con total normalidad. A lo largo de su historia, la disponibilidad de uso del reactor ha sido permanente, teniendo como principal objetivo la docencia, la investigación y algunos servicios a terceros.