El Instituto Balseiro y el Centro Atómico Bariloche (CNEA) fueron los anfitriones del “17º Encuentro de Superficies y Materiales Nanoestructurados”, que se realizó en Bariloche del 22 al 24 de mayo. Asistieron a la reunión casi 250 investigadores de distintas áreas de la nanociencia y la nanotecnología.
El encuentro –que también contó con la participación de expertos extranjeros y estudiantes de distintas universidades nacionales– incluyó sesiones plenarias, presentación de pósters y una mesa redonda sobre vinculación tecnológica. También se realizó una charla sobre un proyecto científico sobre el litio que está compitiendo en un premio internacional.
“Esta reunión se realiza con continuidad desde hace 17 años. Las primeras diez ediciones fueron en Bariloche y a partir de 2011 su sede rota por distintas provincias de Argentina”, contó Carlos Balseiro, director del Instituto Balseiro, investigador de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) e integrante del comité organizador del encuentro.
Por su parte, Adriana Serquis, presidenta del comité organizador del congreso, destacó que la reunión no se realizaba en Bariloche desde 2014. “En esa edición contamos con 140 participantes y ahora tuvimos 248 inscriptos. Es un indicador de cómo fue creciendo la comunidad. Uno quiere alcanzar una masa crítica para potenciar este campo. Es clave que siga creciendo”.
Manuel Arturo López-Quintela, profesor de la Universidad de Santiago de Compostela e investigador del Instituto de Investigación Tecnológica de esa casa de estudios española, contó que ya había participado en ediciones anteriores de esta reunión nano en Argentina. “Siempre surgen colaboraciones muy importantes. Es muy interesante venir a estos sitios y encontrar nuevas ideas”, dijo.
Silvia Goyanes, del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, opinó que “cuando comparás a la Argentina con lo que se hace a nivel mundial, creo que estamos atrás. Pero la evolución en Argentina fue increíble: pasamos de nada a ser competitivos en pequeños nichos. Si hubiese un poco más de dinero en la etapa intermedia, o sea del laboratorio a una planta piloto, muchos de los desarrollos de los investigadores de hoy en día estarían en mercado”.
En consonancia, el investigador del CONICET en el Centro Atómico Bariloche, Roberto Zysler, explicó que “la comunidad ha crecido mucho en distintas áreas. Muchos comprendieron que para trabajar en nanociencia y en nanotecnología hay trabajar de forma interdisciplinaria. En este congreso hay químicos, físicos, biólogos, tecnólogos, hay un poco de todo. El congreso en sí es multidisciplinario”.
Durante la reunión, los jóvenes investigadores presentaron 167 pósters sobre una gran variedad de temáticas del ámbito de investigación y desarrollo de nanociencia y nanotecnología. Además, se plasmó la idea de armar una red sobre la temática de vinculación tecnológica para generar sinergia entre investigadores, empresarios, médicos; y entre los sectores público y privado.
Una de las novedades de la conferencia fue una mesa redonda titulada “Desafíos tecnológicos en nanotecnología”, donde expusieron representantes de INVAP, Y-TEC y Biosidus. Uno de los expositores, Carlos Melo, consultor de Biosidus, expresó: “La vinculación tecnológica es el punto crítico para que un país pueda desarrollarse. Tenemos que mejorarla en todos los aspectos”.