Toshiba y el Instituto Internacional de Investigación para el Desmantelamiento Nuclear de Japón (IRID) crearon un robot submarino capaz de moverse bajo el agua para revisar el reactor número 3 de la Central Nuclear Fukushima, averiado durante el terremoto y tsunami de 2011.
El robot cilíndrico -llamado Mini-Mambo (mini-pez luna)- posee 30 centímetros de largo y 13 centímetros de diámetro y pesa 2 kilos. Permitirá recopilar datos que ayudarán a calcular los trabajos para eliminar los desechos radiactivos del reactor.
Controlado por medio de un cable, el robot submarino deberá cruzar la capa protectora del tercer reactor en el que se acumuló agua de enfriamiento a una profundidad de hasta seis metros y fotografiar los daños. Para ello, cuenta con dos cámaras, un dosímetro y luces led.
Los científicos necesitan saber la ubicación exacta del combustible nuclear fusionado y entender el daño estructural en cada uno de los tres reactores para elaborar la forma óptima y segura el plan de desmantelamiento, que se estima que costará 8 billones de yenes (70 mil millones de dólares).
Previamente, la compañía Tokyo Electric Power Company (TEPCO) intentó acercarse al reactor por medio de un robot antropomorfo y un robot escorpión, pero esos esfuerzos fallaron debido a los altos niveles de radiación y la gran cantidad de desechos resultantes de la avería.