Con menos de seis meses de vida, Intecnus se consolida como centro de radioterapia de referencia de la región. Pasaron por este centro decenas pacientes que finalizaron sus sesiones de radioterapia y otros tantos continúan su tratamiento. La lista de los futuros pacientes continúa y se amplia con otras especialidades y servicios que comenzaron a sumarse y se completarán con la puesta a pleno del área de Medicina Nuclear.
El instituto ya cuenta con más de medio centenar de convenios con obras sociales y prepagas a través del Colegio Médico Bariloche, su cobertura se extiende a pacientes de PAMI y está próxima a la firma un acuerdo de prestación para los hospitales públicos de Río Negro y los afiliados al Ipross, la obra social de la Provincia de Río Negro, con cobertura que alcanza a a todos los empleados públicos y a los adherentes que vivan en la provincia.
La radioterapia es el servicio principal de Intecnus, que además tiene un alto impacto social, pues hasta ahora los pacientes de Bariloche debían viajar más de 500 kilómetros para su tratamiento, generando muchos gastos extra que a veces no podían ser cubiertos por los pacientes.
Este instituto es consecuencia del Plan Federal de Medicina Nuclear, denominado Nucleovida, que contemplaba la construcción y re equipamiento de 11 centros de medicina nuclear en CABA, Entre Ríos, Mendoza, Formosa, Santa Cruz, Santiago del Estero, La Pampa, Pergamino, Jujuy, la provincia de Buenos Aires y la construcción y equipamiento del Intecnus en Río Negro. El centro -dependiente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), la Fundación Escuela de Medicina Nuclear (Fuesmen) y Fundación Centro Diagnóstico Nuclear- comenzó a funcionar en enero de este año 2018, tras cinco años de obras y una inversión cercana a los US$ 50 millones.
El centro médico, que también contempla investigación, capacitación y producción de radioisótopos de uso medicinal, cuenta con un staff de 55 profesionales para atender dos aceleradores lineales para Teleterapia (radioterapia a distancia), el Área de Braquiterapia para el tratamiento del cáncer ginecológico y de próstata, la puesta en funcionamiento de los tomógrafos resonadores para diagnósticos por imagen y tomógrafo por emisión de positrones (PET), que se encuentra entre los de mayor calidad de sudamérica.
La radioterapia es el servicio principal de Intecnus, que además tiene un alto impacto social, pues hasta ahora los pacientes de Bariloche debían viajar más de 500 kilómetros para su tratamiento, generando muchos gastos extra que a veces no podían ser cubiertos por los pacientes.
“El paciente no solo viene a recibir su dosis de radiación indicada por el médico oncólogo sino que está contenido por un equipo interdisciplinario de profesionales de la salud. Hoy tenemos 15 especialidades médicas, siete consultorios y 30 profesionales médicos trabajando”, destacó Carolina Cicero, directora médica de Fundación Intecnus y gerente del Servicio Médico. Estos servicios (cuenta con médicos clínicos, paliativos, cardiólogos, ginecólogos, endocrinólogo, diabetólogo, urólogo, etc.) no están destinados exclusivamente a pacientes oncológicos sino a cualquier persona que requiera de la atención –como un centro médico más– donde se pueden realizar estudios con equipamiento de avanzada.
“Estamos conformando el staff en previsión al ingreso del servicio de Medicina Nuclear» que esperamos podamos completar este año, remarcó Luis Rovere gerente general de la Fundación Intecnus. También hacia fines de año, el centro contará con un Ciclotrón (que ya fue comprado y se espera su arribo). Los profesionales de Intecnus coinciden en remarcar que esta tecnología permitirá cambiar el concepto que para recibir tratamientos de alta calidad y complejidad hay que tomarse un avión.
Los pacientes oncológicos tienen el acompañamiento en el tratamiento de una psico-oncóloga y un seguimiento posterior al tratamiento por el cual “el paciente no se desvincula de la institución el último día de rayos sino que sigue vinculado con los controles médicos, con el seguimiento por enfermería presencial y telefónico, se lo llama todas las semanas al paciente para ver si tuvo alguna reacción adversa, si se siente bien, si necesita ayuda; hacemos un seguimiento cercano”, subraya Cicero.