Un plenario de las comisiones de Energía y Combustibles y la de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados dio dictamen favorable a los acuerdos de cooperación nuclear suscriptos entre la Argentina y la Federación de Rusia en 2014, con un amplio respaldo, tanto del oficialismo como de la oposición.
El acuerdo bilateral avanza en medio de las negociaciones de la empresa CONUAR (de capitales mixtos entre Perez Compac y la CNEA) para presentarse como proveedor de tubos de presión para la extensión de vida de las centrales nucleares canadienses, en una propuesta que incluiría una asociación con Rusia para que provea la materia prima. Esto se logra tras la experiencia desarrollada junto a CNEA en las tareas de extensión de vida de Embalse.
Con la firma de 25 legisladores, el dictamen recomienda la sanción de una Ley que apruebe el convenio firmado entre ambos países el 14 de julio de 2014, en ocasión de la visita del presidente ruso Vladimir Putin. Ahora deberá discutirse en el recinto y luego deberá ser girado al Senado para su aprobación definitiva.
El acuerdo apunta a la construcción de una planta nuclear con un reactor de uranio enriquecido y agua liviana con tecnología VVER-1000, y una potencia de 1.200 megavatios (MW).
La comisión de Energía la preside el diputado neuquino del Frente para la Victoria Darío Martínez, mientras que la de Relaciones exteriores está a cargo Cornelia Schmidt Liermann, de Cambiemos.
El acuerdo busca promover el desarrollo nuclear, la construcción de reactores nucleares, tanto de potencia como de investigación, producción de radioisótopos, siendo la parte rusa la empresa estatal Rosatom, mientras que por la Argentina serán la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y Nucleoeléctrica Argentina (NASA), con el fin de intercambiar, en el marco de las directrices del Grupo de Proveedores Nucleares (del cual Rusia y Argentina forman parte), equipos y tecnología nuclear.
De acuerdo con lo anunciado oportunamente por las autoridades de ambos países, el acuerdo apunta a la construcción de una planta nuclear con un reactor de uranio enriquecido y agua liviana con tecnología VVER-1000, y una potencia de 1.200 megavatios (MW), lo que en su momento se denominó como “la sexta central” de nuestro país (ya que la cuarta y la quinta se construirían en conjunto con China).
Asimismo, INVAP y TVEL, empresa productora de combustibles nucleares subsidiaria de Rosatom, han firmado un Memorándum para la cooperación técnica entre ambas empresas, con especial interés en la provisión de uranio metálico que INVAP utilizará en proyectos en la Argentina, Egipto y Argelia, entre otros.
De la misma manera, la Comisión Nacional de Energía Atómica suscribió con TVEL, un Memorando de Entendimiento para profundizar la cooperación bilateral en áreas de investigación y desarrollo de combustibles nucleares para reactores de investigación y potencia, materiales y aleaciones de circonio.