Entrevista a Mateo Martinetti, egresado de la Tecnicatura Universitaria en Aplicaciones Nucleares, carrera de pregrado del Instituto Dan Beninson. Martinetti relata su experiencia como estudiante y trabajador de la industria nuclear.
Poco después de finalizar la Tecnicatura Universitaria en Aplicaciones Nucleares del Instituto Dan Beninson (IDB) de la UNSAM, Mateo Martinetti empezó a trabajar en el Instituto de Estudios Nucleares y Radiaciones Ionizantes de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) como becario de la Gerencia de Reactores y Centrales Nucleares de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).
¿Qué actividades realizás en el Instituto?
El Instituto tiene un reactor de uso experimental y académico, el RA-4, que pertenece a la CNEA, pero cuya autorización de operación es emitida por la UNR. Ahora estoy formándome para ser operador oficial de radioprotección de ese reactor. También participo de otras actividades y doy charlas a estudiantes universitarios.
¿En qué medida la formación de la Tecnicatura te permite desenvolverte en ese ámbito?
Además de entender las necesidades que se plantean en mi lugar de trabajo, tengo una mirada distinta a la de la disciplina nuclear. La carrera me da la oportunidad de orientarme en varias direcciones, porque mi formación incluye otras temáticas además de las que abarca mi beca. Por otro lado, conocer los temas requeridos para rendir un examen de licencia para una instalación como esta me dio la posibilidad de acceder a este puesto. La mirada amplia —aparte de la vinculada con la producción de energía— se valora mucho, cosa que veo de utilidad en una instalación que no tiene objetivos de producción y se orienta a otro tipo de utilizaciones de la radiación.
Creo que los principios nucleares son una alternativa aconsejable para reemplazar muchos de los procesos actuales y confío en que se irán aplicando.
¿Qué destacarías de la formación que recibiste durante la cursada?
A pesar de ser técnica, la carrera tiene mucho contenido teórico, lo que me ayudó a entender todos los temas. Para las personas curiosas, esos contenidos tienen mucho valor. Los docentes son especialistas muy competentes que ejercen en el sector que les toca explicar, por lo que pueden transmitir conocimientos abarcando desde los principios de funcionamiento hasta los aspectos prácticos de los procesos y la operación de equipos.
¿Recomendarías la carrera a los/as más jóvenes? ¿Por qué?
Sí, especialmente a los interesados en aspectos técnicos. La disciplina nuclear abarca muchas ramas —medioambiente, industria, etc.—, por lo que seguramente podrán encontrar una actividad que les interese dentro del sector.
En lo personal, formar parte de un sector productivo que tiene reconocimiento internacional es un gran orgullo. La industria nuclear puede crecer todavía más. Creo que los principios nucleares son una alternativa aconsejable para reemplazar muchos de los procesos actuales y confío en que se irán aplicando. A futuro, contar en la Argentina con un sector nuclear desarrollado será estratégico y conveniente, tanto en lo económico como en lo social.
Por Irina Scortichini, DirCom Instituto Tecnología Nuclear Dan Beninson.