La capacidad energética mundial de este mineral alcanzó su máximo en 2023.
Según la encuesta anual de Global Energy Monitor, organización que analiza las tendencias energéticas, la capacidad operativa mundial del carbón creció un 2 por ciento en el 2023. Fue China quien impulsó dos tercios de las nuevas adiciones al añadir 47 GW de nueva capacidad de generación de carbón, lo que representó el 66 por ciento del total mundial de nuevas adiciones, y se observó un repunte en el resto del mundo por primera vez desde el 2019.
Se pusieron en marcha 69,5 GW de capacidad de energía de carbón, mientras que 21,2 GW se retiraron en 2023, lo que da un aumento neto anual de 48,4 GW y una capacidad total global de 2.130 GW, de acuerdo a los datos de Global Coal Plant Tracker. El mayor aumento neto en la capacidad de barbón en funcionamiento desde 2016.
Al respecto, la directora del Programa de Carbón de Global Energy Monitor, Flora Champenois, expresó: “Los países que tienen centrales de carbón que retirar deben hacerlo más rápidamente, y los que tienen planes para nuevas centrales de carbón deben asegurarse de que nunca se construyan. De lo contrario, podremos olvidarnos de cumplir nuestros objetivos en el Acuerdo de París y cosechar los beneficios que traerá una rápida transición a la energía limpia”.
Sin embargo, no resulta tan sencillo ya que el carbón sigue proporcionando el tipo de energía de carga base y despachable que ni siquiera el enorme parque eólico y solar de China puede garantizar. A la vez que el costo de las alternativas es mucho más alto.
Seguidos de China se encuentran Indonesia, India, Vietnam y Japón, que también añadieron una cantidad significativa de nueva capacidad de carbón. “India se encuentra en una trayectoria de crecimiento de órbita alta, en expansión industrial y económica. El carbón sigue desempeñando un papel clave en el crecimiento económico y el desarrollo de India”, aseguró Amrit Lal Meena, funcionario del Ministerio del Carbón.
Lo que suceda a partir de ahora depende en parte de las nuevas construcciones iniciadas, las cuales disminuyeron fuera de China por segundo año consecutivo y alcanzaron un mínimo anual sin precedentes desde que se empezaron a recopilar datos en 2015, pero aumentaron por cuarto año consecutivo en China y alcanzaron su nivel más alto en ocho años.