Las compañías eléctricas solicitaron al Gobierno español un nuevo diálogo para abordar la problemática.
El Foro Nuclear, la asociación profesional que agrupa a las principales empresas e instituciones relacionadas con la energía nuclear en España, señaló las consecuencias que tendría el cierre de la central nuclear de Almaraz de Extremadura, programado para 2027 y 2028. Según el Foro Nuclear, las implicaciones de cerrar la central nuclear son varias: desde encarecer el precio de la electricidad a reducir la estabilidad de la red eléctrica del país. Además, supone una pérdida de empleos en la zona de la central y por extensión en toda Extremadura.
Las compañías eléctricas,a través del Foro Nuclear, solicitaron al Gobierno español un nuevo diálogo para abordar la problemática. Además, habitantes, trabajadores, alcaldes y entidades de los municipios del entorno de la central conformaron la plataforma «Sí a Almaraz, Sí al futuro».
Los integrantes de este grupo aseguran que la central nuclear es el principal motor económico, social y energético de la región y que el cese de operación «tendría consecuencias dramáticas para todo el norte de la provincia de Cáceres, por la pérdida de empleo y oportunidades económicas, acelerando el proceso de despoblación que sufre toda Extremadura».
Sin embargo, el Ministerio de Transición Ecológica argumentó que el cierre de Almaraz obedece a una decisión empresarial basada en criterios económicos y no a una imposición del Gobierno. Desde la cartera, explicaron que las nuevas normas de seguridad europeas exigen grandes inversiones a las centrales nucleares para extender su vida útil, por lo que las eléctricas han preferido dedicar esos recursos a las renovables, donde obtienen una mayor rentabilidad.
El Foro Nuclear desmintió al Ministerio de Transición Ecológica: «El mundo lo tiene claro y gobiernos de muy distintos signos apuestan por la energía nuclear con la continuidad de sus reactores y la construcción de nuevas unidades. La mayoría de países con centrales nucleares similares a las españolas han decidido proyectar su operación a largo plazo al tratarse de la solución óptima tanto desde el punto de vista de la garantía de suministro como de la competitividad económica y los retos ambientales. Sin embargo, en España, donde la contribución de la energía nuclear es muy relevante, se ha decidido su total abandono», remarcó el presidente de la entidad, Ignacio Araluce.
Araluce redobló la apuesta y aseguró que «diferentes análisis técnicos y económicos demuestran que España necesita que sus centrales nucleares operen más allá de los plazos fijados». También afirmó que «el sector nuclear y sus profesionales están preparados para operarlas a largo plazo ya que son unos activos muy valiosos, no sólo para el sistema eléctrico y la reducción de emisiones, sino esenciales en los entornos al generar riqueza y empleo estable y de calidad»,
La central nuclear de Almaraz, ubicada en Extremadura, tendrá que notificar oficialmente su intención de cesar operaciones antes de octubre de 2026, un año antes de la fecha prevista para el cierre de su Unidad I, programado para otoño de 2027. Así lo establece el artículo 28 del nuevo Reglamento de Instalaciones Nucleares y Radiactivas (RINR), que regula el proceso de transición hacia el desmantelamiento de este tipo de instalaciones.