El Gobierno ruso aprobó recientemente la construcción de 21 nuevos reactores que serán distribuidos en nueve emplazamientos a lo largo todo el territorio, en el horizonte del año 2030.
En forma simultanea, se dio luz verde a la sustitución de plantas nucleares que están cerca del fin de sus vidas útiles. Concretamente, se construirán dos reactores en la nueva central de Kola, cuatro en la de Kursk y otros cuatro en la central de Smolensk.
Por otra parte, el Gobierno ruso contempla agregar un reactor de Generación IV del tipo BN-1200 en la planta de Beloyarsk, donde ya opera un BN-600. Allí también se está construyendo un reactor tipo BN-800, cuya finalización se prevé para 2014.
Se espera que en el año 2020 entre en operación uno de los nuevos reactores que se construirán en la central de Kursk, otras ocho unidades entrarían en funcionamiento en 2025 y las 12 restantes en el 2030.
Según datos del Organismo Internacional de la Energía Atómica, actualmente en Rusia hay diez reactores nucleares en construcción en seis emplazamientos diferentes, incluyendo las dos unidades de la planta flotante Akademik Lemonosov.