En el marco del primer curso de capacitación a comunicadores de América latina de aplicaciones nucleares y comunicación estratégica, organizado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), la española Piluca Núñez, una de las máximas expertas en comunicación nuclear, aseguró que “llevando adelante una comunicación nuclear cada vez más efectiva, se va logrando despejar dudas y prejuicios respecto de los riesgos del uso de la tecnología”.
Piluca Núñez es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y, desde hace más de 10 años, trabaja en Foro Nuclear Español como responsable de comunicación. “Nuestra labor –explicó la especialista– es de divulgación y apoyamos la comunicación proactiva que informa, educa y amplía la cultura nuclear. La comunicación nuclear tiene varias líneas argumentales comunes en la mayoría de los países donde hay centrales nucleares: informar con precisión, rigor y puntualidad sobre el funcionamiento de los reactores nucleares y de otras instalaciones radiactivas”.
Nuñez aseguró, además, que el nivel de conocimiento está en estrecha relación con la aceptación de la tecnología: “En mi concepción el nivel de desconocimiento sobre el papel que juega la energía nuclear tiene consecuencias en los juicios sobre esta tecnología. Para mejorar la opinión pública sobre la energía nuclear, además del trabajo en medios, se deben establecer estrategias de formación que integren la enseñanza en las escuelas, institutos y universidades. En nuestros estudios de opinión pública vemos que la sociedad apoya el uso de la energía nuclear en la medida en que tiene mayor conocimiento de su uso y aplicaciones. A los que están absolutamente en contra de la energía nuclear es casi imposible de hacerlos cambiar de opinión, pero hay un gran tramo de indecisos a los que hay que ofrecer información para que se posicionen con mayor conocimiento.”
Finalmente, la periodista española consideró que “el momento de informar ya pasó, ahora es tiempo de conversar. Y lo fundamental en toda conversación es escuchar al otro. El sector nuclear debe hacer un gran esfuerzo por escuchar las dudas e inquietudes que tiene la sociedad y a partir de allí conversar. La confianza no se genera impartiendo un conocimiento, sino compartiéndolo, en un diálogo. Entendemos que la conversación no puede girar sólo en torno de la energía nuclear como tema científico, desvinculado de su dimensión social, económica y cultural. El desarrollo nuclear debe abordarse vinculado a temas marcados por la actualidad, como el precio de la electricidad, la competitividad industrial o la garantía de suministro eléctrico”, concluyó.