En un comunicado oficial, la empresa Tokyo Electric Power (TEPCO, por su sigla en inglés), operadora de la accidentada central japonesa de Fukushima Daiichi, informó que se detectaron fugas en las bases de los topes que acordonan dos zonas de tanques de almacenamiento de líquido contaminado.
Se estima que sería unas 1,8 toneladas de agua radiactiva, que se filtraron a través de brechas en las barreras que rodean los tanques. Sin embargo, TEPCO cree que el agua contaminada que se filtró de una de las zonas afectadas no pudo llegar al mar dado que no hay ningún desagüe cerca, al tiempo que investiga si el líquido que salió de la otra zona de contención pudo llegar al océano Pacífico a través de alguna canalización.
Las barreras que acordonan las 23 áreas designadas a estos depósitos en la planta son de 30 centímetros de altura y fueron instaladas para evitar que el líquido contaminado fluyera al exterior, como ocurrió el pasado verano.
Esa fuga tuvo lugar en uno de los más de mil tanques de almacenamiento que fueron construidos de manera rápida y económica tras el estallido de la crisis y sus juntas están unidas con resina en lugar de soldadura. Desde entonces, TEPCO intenta reemplazar lo antes posible todos los contenedores del mismo modelo.