El proyecto de extensión de vida útil de la Central Nuclear de Embalse sigue en marcha, pero la salida de servicio prevista para la semana próxima se posterga, según informó un periódico cordobés. De todos modos, la parada sería en el corto plazo.
La salida de servicio se había anunciado para el 1° de febrero, y se extenderá por dos años en los que se realizarán las complejas tareas de recambio de equipos clave para prolongar su vida útil por 30 años más.
El proceso de extensión de vida útil se inició hace unos siete años, con los estudios de los estudios de factibilidad y envejecimiento de los sistemas, los cuales determinaron que sería necesario reemplazar los tubos de presión, los generadores de vapor, las computadoras de proceso, entre otros componentes.
En los dos últimos se han concretado varias obras y otras están en marcha. Por ejemplo, están en la etapa final de construcción los grandes silos de hormigón que albergarán a los 380 tubos de presión que se retiren del reactor y que serán reemplazados por nuevos.
Se estima que la inversión para extender la vida útil de Embalse superaría los 1.600 millones de dólares. Asimismo, este proceso tiene un fuerte impacto económico y laboral en una amplia región: de 500 empleados se pasó a 900, y con los de empresas contratistas hoy se mueven alrededor de 1.500 personas. En los dos años que durará la parada serían unos tres mil entre operarios, técnicos y especialistas.