En febrero de 2010 la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) asumía la titularidad de la central nuclear José Cabrera, más conocida como Zorita (España), para llevar a cabo los trabajos necesarios para su desmantelamiento y clausura.
Hoy, a cinco años de haber comenzado los trabajos, Enresa asegura que este desmantelamiento se ha convertido en un centro de interés mundial para la comunidad técnica y científica del sector.
El proyecto ha alcanzado cerca de un 70% de avance y, según un comunicado de Enresa, «está a punto de culminar el desmontaje de todos los grandes componentes del circuito primario, una vez que finalicen los trabajos de segmentación bajo agua de la vasija del reactor, así como del generador de vapor».
En paralelo a las tareas en la vasija y en el generador de vapor, se prosigue con el desmontaje del resto de componentes radiológicos de los edificios de contención y auxiliar, que presenta ya un avance superior al 80%.
Asimismo, se trabaja en el acondicionamiento y expedición de los residuos radiactivos producidos al almacén de muy baja, baja y media actividad de El Cabril, en la provincia de Córdoba, y en la caracterización de los edificios que van quedando despejados.
«Será ya a finales de 2016 cuando comenzarán las primeras demoliciones relevantes, que se prolongarán a lo largo del año 2017», señala Enresa en su comunicado.
Desde que comenzaron los trabajos, la masa total generada de materiales, hasta diciembre de 2014, ha sido de aproximadamente de 9.000 toneladas, de las que 6.000 corresponden a material convencional, 2.000 a residuos radiactivos y 1.000 toneladas a material desclasificable.