China reanudó la construcción de lo que, según el gigante asiático, será la mayor central nuclear del mundo, después de que las obras fueran interrumpidas debido al accidente ocurrido en la planta de Fukushima, Japón, en marzo de 2011.
Según la firma nucleoeléctrica Huaneng Shandong Shidao Bay Nuclear Power Co, la nueva planta entrará en funcionamiento a finales de 2017 en la ciudad costera oriental de Rongcheng. La misma costará 3.000 millones de yuanes (475 millones de dólares) y tendrá una capacidad de generación de 200 megawatts.
Al ser de «cuarta generación», la central incorporará exigentes niveles de seguridad, los cuales fueron desarrollados en la Universidad de Tsinghua, en Beijing. Estos incluirán medidas como apagar la instalación durante emergencias, para así evitar que ocurran fugas de material radiactivo.
Actualmente, China tiene en funcionamiento 15 reactores nucleares con una capacidad de generación de 12,5 gigawatts, y planea construir otras 26 plantas atómicas, que aportarán 30 gigawatts más. De esta manera, el mayor consumidor de energía en el mundo apunta a la generación nuclear para poder reducir su demanda de combustibles fósiles.