Por Yasmín González Blanco. En U-238 nº 19 Octubre – Noviembre 2015
Luego de años espera y de trabajo incansable, en septiembre se inauguró el Simulador de Alcance Total de la Central Nuclear Néstor Kirchner, en el Complejo Nuclear Atucha. Esta herramienta constituye un elemento clave para el entrenamiento de aquellos que operan la planta.
El Simulador de Alcance Total de la Central Nuclear Néstor Kirchner ya es una parte activa en el Complejo Nuclear Atucha. Dicha copia de la sala de control a escala real supuso una inversión total de once millones y medio de euros y se ensambló en el predio de las centrales de Zárate en febrero de este año.
La fabricación del dispositivo fue realizada en la empresa Tecnatom, en Madrid, y su desarrollo consistió en una integración completa entre ingenieros de Nucleoelectrica Argentina y sus pares españoles. Previamente a su traslado, el simulador ya pudo ser utilizado para el entrenamiento de las guardias de operaciones con lo cual han adquirido hasta la fecha un total de 5600 horas de prácticas de los procedimientos.
El ingeniero Gonzálo Dieguez, jefe de la División Simuladores, cuenta que, hasta el momento, los operadores debían entrenarse en España o en la Central Nuclear de Angra dos Reis, en Brasil. Si bien el simulador brasileño comparte algunas características con el modelo argentino, no es completamente idéntico: mientras que la central Angra tiene un reactor PWR, tanto Atucha I como Atucha II cuentan con reactores PHWR, de distinta potencia, pero de mismo diseño. Para Dieguez esto es un dato importante, ya que poseer un simulador propio no sólo permitirá duplicar las horas de entrenamiento —de hecho, desde 2013 hasta la fecha ya se han sumado el total de las 5600 horas mencionadas— sino que proporcionará una fidelidad mayor con respecto a la planta donde los técnicos efectivamente trabajan en el día a día. Hoy por hoy, ambas centrales emplearán el nuevo simulador.
Al respecto, el ingeniero explica que, mientras que otros simuladores tienen un alcance menor debido a que son más pequeños en relación a la sala que imitan o excluyen algunos de sus procesos, el simulador recientemente inaugurado en la ciudad bonaerense de Lima es, físicamente, una réplica uno a uno respecto de la sala de control. Lo es también su software, puesto que se encuentran simulados y modelados todos los sistemas operables tal cual se encontraban en su última actualización, en diciembre de 2014. “Al ser de alcance total, no tenés limitaciones. Acá podes hacer de todo”, destaca Dieguez.
El trabajo en equipo y el knowhow
“No es que fuimos a tomar cursos o a supervisar, sino que fuimos a trabajar a la par de ellos”, asegura Gonzalo Dieguez, que fue convocado en 2008 y, luego de recibir su capacitación en Aplicaciones Tecnológicas en el Instituto Balseiro, en 2010 comenzó a viajar a Madrid para desarrollar el simulador.
Junto a la española Tecnatom, líder en servicios de ingeniería de avanzada, se conformó un grupo de trabajo mixto con especialistas de Nucleoeléctrica que estuvo tres años en el montaje del simulador. Una vez cumplida esta etapa, se emplearon dos años más para actualizarlo, probarlo y validarlo. Por último, en febrero de 2015, se trasladó a Buenos Aires para su instalación.
Si bien Dieguez subraya que cada profesional del equipo contaba con experiencia y un background en su área, asume que la modalidad de trabajo supuso un adquirir un knowhow en la materia. “Es un valor agregado haber hecho las cosas en conjunto, algo que no siempre se hace. En el caso de la Central Embalse no se tomó ese criterio de unir los dos grupos de trabajo. Nos generó un crecimiento muy importante, que nos permite a nosotros hacer el mantenimiento, modificación y desarrollo de cosas nuevas en el simulador propio”, declara, orgulloso.
Una operación más segura
Indudablemente, la construcción del simulador es un paso hacia adelante en la decisión de continuar con el plan de reactivación del sector nuclear que comenzara en 2006. La realización de este proyecto va de la mano de la idea de equipar a la planta conforme las exigencias de seguridad que rigen en la actualidad. Este aspecto está relacionado con la edad de la central, primera en el continente. Al momento de su fundación, los simuladores no constituían un requisito fundamental. Centrales nucleares más jóvenes como Laguna Verde, en México, o las plantas de Brasil, fueron pensadas con sus respectivos simuladores como parte del protocolo. La Central de Embalse siguió el ejemplo en 2013 y, en esta oportunidad, le toca a la Central Néstor Kirchner. De hecho, está contemplada la construcción de otro simulador para la central faltante, Atucha I.
El ingeniero Gonzalo Dieguez explica que el simulador admite el reentrenamiento continuo de las guardias de operaciones, cuya accesibilidad proporcionará una capacitación de mejor calidad. Tener al simulador al alcance de la mano es lo que permite desarrollar entrenamientos de maniobras normales, pero infrecuentes, como puede ser una salida de servicio o el arranque de una central, justo antes de que sean llevadas a cabo.
Por su parte, no menos significativa es la posibilidad de ofrecer un servicio de ingeniería a la planta. Tal como lo indica Dieguez: “Cualquier modificación en la instalación, cualquier revisión de los manuales pueden realizarse y probarse acá.” Esto implica que este instrumento permite observar la respuesta a nuevos procedimientos, corregir y llevarlo una vez probado a la realidad. Finalmente, todo esto concluye en una operación más segura y más confiable de la central.
Dieguez resume con una metáfora deportiva: “Un operador es como el arquero del Barcelona. Nunca le llega la pelota, quizás le llega una pelota por partido, pero en esa pelota tiene que ser solvente y atajar. Con el operador es lo mismo. Nunca pasa nada, pero si un día llega a pasar algo tiene que estar a la altura. El arquero del Barcelona es muy bueno, pero porque está entrenando todos los días. En la misma medida, el operador tiene que estar bien entrenado con su herramienta que es el simulador para que, si algún día llega a pasar algo, estar a la altura y poder parar la pelota”.
Lo que se viene
La nueva instalación del simulador dentro de un edificio independiente a la planta no es una decisión azarosa. El objetivo, que ya se encuentra en obra, es que el simulador sea parte de una estructura mucho más grande, el centro de formación de la central. El jefe de la División Simuladores detalla que allí se instalará el otro simulador de alcance total para Atucha I porque hoy en día la central tiene sólo uno gráfico. Además, se prevé la construcción de un complejo de aulas con anfiteatro y maquetas, de manera que el edificio pueda brindar capacitación tanto a los ingresantes como al cuerpo de técnicos y profesionales que ya se encuentran trabajando en la planta.
La inauguración del Simulador de Alcance Total
El Complejo Nuclear Atucha realizó un acto de inauguración el pasado 7 de septiembre con el objetivo de festejar un paso importante hacia el desarrollo e innovación del sector nuclear.
La inauguración contó con la presencia del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli; el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández; el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido; el secretario de Legal y Técnica de la Presidencia, Carlos Zannini; el intendente de Zárate, Osvaldo Cáffaro y el presidente de Nucleoeléctrica Argentina, José Luis Antúnez, entre otros funcionarios nacionales, provinciales y miembros de Nucleoeléctrica.
Pasadas las 11 de la mañana, la comitiva oficial se dirigió a conocer el simulador ubicado en un nuevo edificio especialmente construido para albergar esta gran herramienta. Los funcionarios fueron recibidos por el gerente del Complejo Nuclear Atucha, Luis Olivieri; por profesionales y técnicos de la Central que trabajaron en el proyecto, y por una guardia de operaciones que estaba trabajando en el escenario de simulación.
En esos instantes, el escenario mostraba al reactor al 40% de potencia térmica y desconectado de la red. El jefe de turno se reunió con su equipo de trabajo; invitaron al ministro de Planificación a que realice la sincronización y, tras una maniobra, esta planta simulada fue conectada a la red y comenzó a entregar energía.