Con el objetivo de favorecer el intercambio de experiencias y la transferencia tecnológica, especialistas de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) realizaron monitoreos ambientales con sensores inalámbricos en el Complejo Minero Fabril San Rafael (CMFSR).
El uso de estos novedosos dispositivos ya se había implementado anteriormente en otras instalaciones, por ejemplo, para los controles ambientales que realiza el Programa de Restitución Ambiental de la Minería del Uranio (PRAMU) en diversos lugares del país. La idea ahora es aplicar esa tecnología a los distintos sitios donde la CNEA lleva a cabo actividades vinculadas al ciclo del combustible nuclear, ya que tienen buenas perspectivas de ser empleadas en la prospección y exploración del mineral, como así también en las etapas de evaluación de recursos y producción.
En esta ocasión, en el CMFSR se realizaron controles de la radioactividad ambiental y mediciones ópticas con cámaras de alta resolución para modelación del terreno en 3D, lo que resulta una importante herramienta para la determinación de la estabilidad de taludes en colas de mineral, volúmenes de mineral marginal y diques para la gestión de efluentes, entre otras.
Luis López, geólogo de la CNEA y contraparte argentina de los Proyectos de Cooperación Técnica con el OIEA en el área de Suministros Nucleares, remarcó que “de esta experiencia se destaca la integración de sectores de la CNEA como la Gerencia Producción de Materias Primas y la Gerencia Exploración de Materias Primas, ya que el intercambio de conocimientos y tecnologías con organismos internacionales requieren del trabajo conjunto para su mejor aprovechamiento”.