En el centro de pruebas de INVAP, el satélite científico argentino Saocom 1a, uno de los dos aparatos gemelos que está desarrollando la empresa rionegrina, fue sometido a revisión, pasando a la recta final de pruebas antes de su lanzamiento en octubre de 2017.
Esta revisión de diseño preliminar –que realizaron expertos argentinos, pero también de la NASA y las agencias espaciales europea, italiana y canadiense- se llevó a cabo como parte del protocolo adoptado por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), que desde 1991 propone y ejecuta el Plan Espacial Nacional.
Esta revisión consistió en demostrar con modelos físicos y matemáticos que todo funcionará como debe hacerlo y predecir qué comportamiento va a tener el satélite y sus componentes básicos durante el lanzamiento y en el espacio.
Tras arduas jornadas de trabajo, se culminó con lo que en la jerga se llama RFA o request for action, un documento en el que se pueden sugerir cambios o análisis adicionales, pero con la satisfacción de que en este caso fueron mínimos.
«Es la metodología aceptada entre las agencias más importantes del mundo, en particular la europea”, subrayó el doctor Conrado Varotto, director ejecutivo y técnico de la CONAE. Y agregó: “Este tipo de revisión en el más alto nivel es una manera de certificar el satélite”.
El Saocom 1a forma parte de un ambicioso proyecto espacial que integran dos satélites gemelos. Ambos se sumarán a la constelación Siasge (Sistema Italo Argentino de Satélites para la Gestión de Emergencias), que también conforman cuatro satélites de la constelación italiana Cosmo-SkyMed, de la Agencia Espacial Italiana (ASI).
Los dos satélites argentinos serán idénticos y orbitarán a 180 grados uno del otro; es decir, que cuando uno está subiendo hacia el Ecuador por el meridiano de Greenwich, el otro va bajando por el antemeridiano.
Los Saocom estarán equipados con radares de apertura sintética en banda L, polarimétricos y un instrumento que ofrece una resolución de imagen entre 10 y 100 metros. De esta manera, ofrecerán información inédita con la que se podrá trazar mapas de humedad de suelo para la producción agrícola, la hidrología y la salud.
Por otro lado, al formar parte de una constelación, el instrumento también puede hacer captaciones interferométricas, que brinden información de altura, de deformación del terreno, desplazamiento de volcanes y también de placas, glaciares, nieve, avalanchas, monitoreo de derrames de petróleo, investigación oceanográfica, registro de áreas deforestadas, etc.