En el Día Mundial del Suelo, el OIEA (@IAEAorg) presentó un informe sobre los aportes de la tecnología nuclear para la preservación de la tierra.
Bajo la consigna «El cuidado del planeta comienza desde el suelo y las técnicas nucleares pueden ayudar» el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) publicó una síntesis de los aportes del sector para la preservación de este recursos vital para la vida humana, con el fin de sumar a la concientización mundial celebrada el pasado 5 de diciembre.
Como plantea el informe, la ciencia nuclear tiene la capacidad para aportar aplicaciones que ayuden a entender la salud del suelo y generar datos para ayudar a mejorar su calidad, garantizando la producción de alimentos, hacerla más resistente contra el cambio climático y protegerla para el futuro.
Los científicos utilizan estas técnicas nucleares e isotópicas, con el respaldo del OIEA y la FAO, para estudiar lo que está sucediendo en el suelo. Con ellas es posible calcular la erosión a partir de una técnica que mide radionucleidos de cesio 137 (Cs-137) en el suelo. De esta forma la información obtenida aporta datos certeros para proteger los recursos del suelo y desarrollar una guía para su uso sustentable, aplicando el lema del Día Mundial del Suelo 2017: el cuidado del planeta comienza con la tierra.
La metodología
Los radionucleidos de precipitación (FRN) son radionucleidos natiurales que se encuentran en la atmósfera y generalmente se depositan en la superficie del suelo a través de la lluvia. Los tres radionucleidos que se usan comúnmente para el seguimiento de la erosión del suelo son el cesio-137, el plomo-210 y el berilio-7. Estos radionucleidos se fusionan con las partículas del suelo de forma única, lo que los hace útiles para rastrear y medir el movimiento del mismo. Mediante el análisis de FRN, utilizando la espectrometría gamma de alta resolución, los científicos pueden identificar los cambios en los patrones de redistribución del suelo y las tasas en las áreas de captación . También pueden evaluar la eficacia de las medidas de conservación del suelo para controlar su erosión.
El informe del OIEA es acompañado por tres experiencias donde se obtuvieron resultados favorables tras el uso de estas técnicas, en Asia, África y Latinoamérica.