La Autoridad de Regulación Nuclear de Japón (NRA) aprobó recientemente la hoja de ruta presentada por el operador Tokyo Electric Power (TEPCO) para desmantelar de forma segura la central nuclear de Fukushima, afectada por un fuerte terremoto y tsunami en marzo de 2001.
La aprobación de la NRA al plan para desmantelar la planta, un proceso que podría prolongarse al menos durante 40 años, permitirá establecer normativas con base legal y, al mismo tiempo, realizar inspecciones regulares en el lugar.
De acuerdo con la hoja de ruta aprobada, a finales de este año se iniciará la retirada del combustible usado almacenado en la piscina del reactor número 4 de la planta. Allí ya se ha construido una moderna cubierta como paso previo a la retirada de sus barras de combustible.
Posteriormente, se procederá a realizar el mismo procedimiento en el resto de unidades afectadas y se trabajará para descontaminar las poblaciones ubicadas en la zona de exclusión por alta radiación y al tratamiento de los desechos radiactivos.
El NRA debería haber aprobado esta hoja de ruta durante el último mes de febrero, pero se retrasó debido a las continuadas complicaciones en la planta, donde el principal problema sigue siendo la necesidad de retirar el agua radiactiva bajo las unidades y evitar el filtrado del líquido subterráneo contaminado al mar.
Para reducir estas filtraciones, TEPCO tomó diversas medidas como la de construir un muro aislante bajo tierra, la extracción del agua mediante bombeo o el inicio de un sistema con cerca de 30 tuberías para intentar drenar el subsuelo. Además, planea construir muros protectores alrededor de los reactores de la planta mediante un proceso de congelación del suelo.