En los próximos días, el presidente de la Nación Mauricio Macri viajará a China para conseguir el financiamiento de compañías de ese país por US$ 12.500 millones para construir dos nuevas centrales nucleares en la Argentina.
El acuerdo se firmará el próximo 17 de mayo por Rubén Semmoloni, presidente de Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA), la compañía que opera las centrales nucleares del país, y Ying Wang, CEO de la China National Nuclear Corporation (CNNC), que proveerá parte del equipamiento.
Según explicó el subsecretario de Energía Nuclear, Julián Gadano, aún se está trabajando en el contrato comercial, cuya redacción no está a cargo del Ministerio de Energía, del que forma parte y que maneja Juan José Aranguren, sino del de Finanzas.
“Tenemos una oferta en condiciones preferenciales que nos permitirá tener mejores condiciones que las del mercado”, explicó Gadano, y añadió que “la idea es empezar a pagar cuando Atucha III ya esté en pleno funcionamiento y genere los fondos”.
La Argentina tiene que repagar el crédito, que se estructurará a través del banco ICBC, en 20 años, con ocho de gracia. Aunque aún no está definido, el Gobierno estima que el costo financiero total (incluye la tasa y otros cargos) rondará el 4,8%.
Según el contrato, China financiará la construcción de Atucha III (la cuarta central nuclear argentina), que se hará en Lima (Zárate) con tecnología canadiense. Costará entre US$ 5700 millones y 6000 millones (aún se están revisando los números) y tendrá una potencia de 721MW.
Gadano cree que su construcción comenzará en el último trimestre de este año o a principios de 2018. “Nadie más que yo quiere que el proyecto empiece cuanto antes, pero antes que eso queremos tener un buen contrato, que nos permita comenzar la obra y terminarla”, afirmó.
El gigante asiático también participará en la construcción de la quinta central, cuya ubicación aún no está definida y será de tecnología china. Tendrá una potencia de 1150 MW, costará unos U$S 8000 millones y debería comenzar 24 meses después de Atucha III. La fecha tentativa de inicio es el último trimestre de 2019.
Consultado sobre las garantías que tiene la tecnología china, Gadano aseguró que “lo más importante es el diseño y la experiencia. Ellos tienen unas 70 centrales, son los mayores del mundo y utilizan el diseño PWR, es el modelo comercial de Westinghouse”.