El primer ministro australiano, Tony Abbott, afirmó que no tiene «ninguna objeción teológica» al uso de la energía nuclear como opción para reducir las emisiones de gases contaminantes en el país, rico en reservas de gas y carbón.
«Si tenemos que reducir dramáticamente las emisiones, tenemos que recordar que uno de los caminos absolutamente probados de generación libre de energía de carga base es la nuclear», aseguró Abbott en declaraciones públicas.
Sin embargo, el primer ministro remarcó que su Gobierno no está dispuesto a dar incentivos financieros a los operadores de generadores de energía nuclear, a los que instó a apostar por sus proyectos apoyándose en la viabilidad económica del país.
Australia, que no tiene ninguna central de energía nuclear, es el país más contaminador del planeta en términos per cápita. El Gobierno de Abbott implementó en octubre pasado un plan para reducir las emisiones de carbono en un 5% en 2020.