A cinco años del incidente de la central nuclear de Fukushima Daiichi, el gobierno japonés removió la prohibición de evacuación impuesta en algunas áreas de la prefectura. Se trata de la ciudad de Minamisoma, ubicada a 20 kilómetros de la planta.
Si bien la apertura de esta ciudad podría significar el retorno de más de 10.000 residentes –cifra que poseía en el momento del accidente-, las primeras previsiones indican que los regresos efectivos pueden llegar a ser bastante menores.
Según el último censo realizado Minamisoma contaba con unas 3.500 viviendas. Con el fin de alentar a los ciudadanos a volver a ocupar sus propias casas, abandonadas desde marzo de 2011, el gobierno construyó un hospital e infraestructuras comerciales nuevas.
En la prefectura de Fukushima todavía quedan ocho municipalidades que contienen áreas en las que no está permitido habitar, y las zonas se dividen en tres categorías en base al nivel de radiaciones presentes en la atmósfera.
Las localidades definidas como más peligrosas son aquellas en las que el gobierno estima que un regreso de los anteriores residentes sería factible solamente dentro de un largo tiempo, ya que aún continúan las tareas de descontaminación.