Bangladesh comenzó formalmente la construcción de su primera planta de energía nuclear en Rooppur, a 140 km de Daca, la capital bengalí.
De esta forma el país sur asiático se suma a los países que encuentran en la energía nuclear alternativas para afrontar los desafíos energéticos de las próximas décadas, combatiendo la emisión de dióxido de carbono; al igual que lo hicieron Emiratos Árabes Unidos (en 2012) y Bielorrusia (2013) cuando debieron planificar sus opciones energéticas.
Las obras comenzaron tras las aprobaciones del Organismo Internacional de Energía Atómica y las licencias otorgadas por la Autoridad Reguladora de la Energía Atómica de Bangladesh el 4 de noviembre de 2017; y se prevé que las dos centrales del tipo VVER, con una capacidad bruta de generación de electricidad de 1200 MW cada una, entren en servicio en 2023 y 2024, respectivamente.
Al respecto la primer ministro Sheikh Hasina tras hacer un repaso por la larga historia de la central bengalí, celebró: «Hoy es un día especial ya que hemos empezado la construcción de la estructura principal de esta planta de energía. Significa que ingresamos al mundo de la energía nuclear «. «Queremos transformar a Bangladesh en un país desarrollado para el 2041 por ello entendemos que la planta de energía de Rooppur desempeñará un papel importante en el logro de este objetivo. Nuestro gobierno le ha dado la máxima prioridad al tema de la seguridad nuclear y la protección radiológica, por ello seguimos estrictamente las normas de seguridad del OIEA y otras organismos pertinentes, así como las buenas prácticas internacionales «, agregó.
Por su parte Dohee Hahn, Director de la División de Energía Nuclear del OIEA, destacó que «el fuerte compromiso, como el de Bangladesh, es crucial para el éxito de cualquier nuevo programa nacional de energía nuclear» y agregó: «El OIEA brindó asistencia significativa para este proyecto, tanto en el desarrollo de la infraestructura nuclear, como en la revisión de las leyes nucleares, que le permitieron a Bangladesh adherirse a los instrumentos jurídicos internacionales, el desarrollo y revisión de reglamentos y la evaluación de sitios potenciales».
Hahn recordó que «varias misiones de talleres, capacitaciones y visitas científicas han ayudado al país a desarrollar la capacidad y el conocimiento nuclear necesarios para en un proyecto como este, tan complejo y de largo plazo.
Varios acuerdos firmados entre Bangladesh y la Federación de Rusia, prevén un proyecto llave en mano, que incluye financiamiento, construcción, suministro de combustible y capacitación, entre otros servicios.