Bariloche contra el cáncer

Comienza a funcionar Intecnus, el centro de medicina nuclear de Bariloche.

Tras cinco años de obras y una inversión de $900 millones, comenzó a funcionar el Centro Integral de Medicina Nuclear y Radioterapia de Bariloche, construido por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Emplazado en el predio del Centro Atómico Bariloche (CAB), el complejo ya comenzó a dar turnos  y a planificar las primeras terapias radiantes en pacientes oncológicos.

El centro empezó a construirse en 2012 y tras esta primera etapa continúa ahora con la calibración de equipos ya instalados y el acondicionamiento de salas y áreas para un mejor funcionamiento y comodidad de los pacientes. El flamante centro médico contempla también espacios para la investigación, capacitación y producción de radioisótopos de uso medicinal.

El centro ya cuenta con un staff de 55 profesionales – entre los que se cuentan especialistas médicos, físicos y técnicos- y prevé sumar especialistas en pediatría, ginecología, hematología, urología y quimioterapia.  En esta etapa ya comenzaron a funcionar dos aceleradores lineales para Teleterapia (radioterapia a distancia) y se está esperando la fuente radioactiva para abrir el Área de Braquiterapia, un quirófano especial donde las fuentes radiactivas se implantan en el organismo con cirugías o conductos de colocación, el método más usual para el tratamiento del cáncer ginecológico y de próstata. Darío Sanz, jefe del Servicio de Física de Radioterapia, aseguró que el «equipamiento del área de braquiterapia de alta tasa, permite la aplicación de muchas dosis en poco tiempo, lo que implica una gran efectividad en los tratamientos». En los próximos meses se pondrán en marcha los tomógrafos resonadores para diagnósticos por imagen -que de todos modos se están haciendo con un tomógrafo ya instalado- y el principal equipamiento del complejo, un tomógrafo por emisión de positrones (PET), el tercero y más moderno de Sudamérica. El primero de estos equipos se instaló en Mendoza (también emplazado por CNEA), y el segundo está en funcionamiento en Brasil.

En medicina nuclear, los servicios asistenciales que brindará el Centro barilochense serán Tomografía por Emisión de Positrones (PET), Tomografía por Emisión de Fotón Único (SPECT), Diagnóstico por Imágenes (Tomografía Computada, Resonancia Magnética Nuclear y Radiología) y tratamientos con radiofármacos. En radioterapia, las técnicas de tratamiento que se utilizarán serán Teleterapia (Aceleradores Lineales) y Braquiterapia (Equipo de Alta Tasa de Dosis). Asimismo, el Centro contará con un área específica de producción de radiofármacos, que incluirá un ciclotrón, una radiofarmacia y un laboratorio de Control de Calidad.

Las estructuras descriptas anteriormente estarán contenidas en un edificio de más de 10.000 m2 cubiertos. La obra total comprende tres búnkers (salas blindadas especialmente) para equipos de radioterapia y tres pisos en los que se distribuirán un búnker para albergar un ciclotrón y servicios asociados, la ya mencionada zona de radiofarmacia y un área asistencial a la que le corresponderán casi 4000m2.

El Centro de Bariloche será gestionado operativamente por la Fundación Instituto de Tecnologías Nucleares para la Salud (INTECNUS), integrada por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), la Fundación Escuela Medicina Nuclear (FUESMEN) y la Fundación Centro de Diagnóstico Nuclear (FCDN).

La radiación ionizante es un tipo de tratamiento para pacientes oncológicos por el cual se ataca de manera directa el tumor, por eso los médicos radioterapeutas planifican un tratamiento específico para cada caso “orientado a emitir la dosis precisa en el tejido que lo necesita sin dañar otros tejidos”, detalló Luis Rovere, el Gerente General de Inectus.

Hasta el momento en Bariloche, los pacientes con cáncer sólo podían acceder en la ciudad a tratamientos de quimioterapia pero para quienes requerían un tratamiento de radioterapia debían trasladarse al Alto Valle, unos 500 kilómetros, para ser asistidos.

Rovere adelantó que la mayoría de las obras sociales ya cuentan con acuerdo para derivar pacientes y solo resta que se firme el convenio con el Ministerio de Salud de Río Negro que tiene un borrador a consideración para la derivación de los pacientes de los hospitales públicos.