El regulador nuclear belga, FANC, validó una nueva tecnología de diagnosis mediante medidas indirectas de potencia que le permitirá optimizar el mantenimiento de válvulas motorizadas en los siete reactores nucleares que tiene el país.
El nuevo equipo, SIPLUG, está ideado para monitorear el estado de las válvulas sin intrusismos durante el ciclo, sin necesidad de aislar el equipo para instalar sensores y sin requerir permisos especiales para realizar registros.
La tecnología –desarrollada por las empresas españolas Areva NP y Tractabel- permitirá realizar pruebas funcionales del comportamiento de la válvula para identificar las fuerzas relevantes y márgenes de ajuste disponibles. También posibilita la comprobación de su estado y los ajustes necesarios mediante mediciones regulares en ciclo.
Además de registrar todos los movimientos de la válvula, el equipo permite disponer de datos completos, ya que se guardan en la memoria interna del dispositivo y se descargan en una base de datos para ser analizados. De esta manera, el software comprueba automáticamente la evolución de la pieza y permite identificar potenciales degradaciones en la estructura.
Toda esta información generada por el dispositivo puede ser empleada para una mejor planificación de los trabajos a realizar durante las paradas de recargas y mantenimiento. Además, la rápida detección de irregularidades o cambios, reduce costes y minimiza la dosis recibida por los trabajadores.